Me estás enamorando poco a poco:
apenas te conozco y no sé nada
de tu vida, tus gustos e inquietudes
y a pesar de todo eso me enamoras.
Pues cometí la imprudencia de toparme
un instante siquiera con tus ojos
y como el pájaro que posa inadvertido
en la rama con liga embadurnada…
ya no pude marchar alzando el vuelo
quedando a tu merced, mi cazadora;
espero que tus manos sean clementes
y me rescates llevándome a tu lado.
No me dejes morir aquí piando
por el agua con sed de los tus ojos,
por migajas con hambre de tus labios
que alimentan del trigo de tu boca.
Tómame junto a ti, cabe tu pecho
do me acojas y sanes mis heridas
y acaricies mi testa y mi plumaje
y a mi jaula le llegue esa tu risa.
Seré yo el ave fiel que te despierte
cantando en la mañana en primavera;
del sol habré señal si tú me miras
y si al cabo me tienes confianza…
volaré alto hasta el zenit del día
cuidando de tus pasos y avisándote
de las rosas mejores que divise,
de aquellas sólo dignas de tus manos.
Surcaré por los cielos en las tardes
pregonando con trinos al crepúsculo
el color carmesí de tu sonrisa
y en recogida volando a tu regazo.
Que luego ya de noche en tus jardines
perfumados de azahar embriagadores,
permitas que anide yo en su cueva
lanzándonos los dos hacia lo alto…
tocaremos el cielo en remontada,
habremos entre estrellas compañía;
¿son ellas también cual los amantes
y nosotros ya un cuerpo luminoso?.
Me estás enamorando poco a poco
y como ves te pido el infinito.
© albertotrocóniz / 12
Texto de: "POEMAS DEL PROFANO AMOR"
Imagen: “Dama, Halcón y Caballero”
tomado del Codex Manesse Minnesänger
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