ÚNICO, INDEPENDIENTE, EL UNO, VIVO
¡Oh copero del alma!
escancia en ella a rebosar tu vino
quemándome del todo hasta la médula
y que a mi lengua afluya de lo hondo:
¡oh Él!
y con toda mi alma grite en llanto:
¡oh Tú el viviente!;
para que a lo dual pise cabezas
y corra velozmente hacia lo Uno.
Sin tu vino no puedo andar la senda
que cordura y delirio no van juntos;
¿hasta cuándo estaremos parloteando
de este mundo, atrapados en pasiones?.
Olvídate de ti, vuelve tu rostro
hacia el Amado,
abandona cuanto antes esta tierra
y contempla aquel Sol
para que dando Luz
Él te vacíe de ti mismo
siendo aliento el Alma para el alma
que es cual flauta de caña ante su soplo.
© albertotrocóniz / 12
Texto de: "POEMAS DE BABEL”
Imagen de: "FOTOPINTURA”
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