sábado, 27 de julio de 2019

LOS SIETE GIGANTES DE LOS URALES



En medio una meseta sita al norte
de los montes Urales allá en Rusia 
hay uno de los lugares legendarios
que existen en el mundo desde antiguo.

Como colosos se elevan hacia el cielo:
son siete monolitos espectrales
que asemejan surgir desde la nada
erguidos en la cresta de una loma.

Hay algunos estrechos por su base
desafiando leyes gravitatorias
y aquellas razonables de la lógica
que en principio parezca sea negada.

Su edad se cifra en millones de años,
unos doscientos o quizás trescientos,
(la Tierra era Pangea en aquel tiempo)
permaneciendo silentes desde entonces.

"Montaña de los ídolos de piedra";
tal fuese el nombre que dieron pobladores
—los Mansi, tribu que allí vivía—
y explicaron en leyenda su existencia:

“En aquel tiempo Kuuschay era su líder,
un hábil cazador de osos y ciervos
que tenía un hijo y una hija:
el joven Pygrychum y la bella Neroyka.

A la alegre princesa le gustaba
mucho cantar recorriendo los campos
cuando un gigante que escondía en el bosque 
quedó prendado locamente de ella.

Torev —que así el ogro se llamaba—
fue a su padre a pedirle la mano
quien por supuesto se la negó en redondo
despertando en rufián su odio y venganza.

Pidió Torev auxilio a sus hermanos,
otros cinco mastodontes furibundos,
para que le ayudasen a raptarla
destruyendo aquella villa y sus murallas.

Rogó Kuuschay la ayuda de los cielos
que la ocultaron entre una densa niebla,
mas los colosos golpeando a todos lados
rompieron al final la empalizada

… aun no lograsen al cabo su propósito
ya que antes los mansi habían huido
refugiándose en las altas montañas;
pero los ogros allá se dirigieron.

Al despuntar el día el príncipe heredero 
salió a enfrentarse a ellos con sus hombres;
iba a caballo y en su mano una espada
que dioses protectores le forjaron.

Blandiendo el arma se reflejó en su hoja
la luz del sol que cegó a los matones
convirtiéndolos en ese instante en piedras,
y allí quedaron los seis sobre la loma.

Mas también un rayo de luz fue y diese
sobre el rostro del valeroso jóven 
quien asimismo se transformara en roca
(a una cierta distancia, vigilante
de que las otras en más no se moviesen)”.

Y ahora aquí ya la explicación científica:

La erosión desgastando la montaña
fue dejando al descubierto los "gigantes"
que vivían su vida soterrada
agazapados rodeados de otras rocas
de un material más débil deleznable;

vientos y lluvias se encargaron del resto
sacando esas figuras de la tierra:
primero asomarían la cabeza
y luego con los siglos, corpachones.

Tal la leyenda de "los siete gigantes",
la formación geológica curiosa
que incita a imaginar un tiempo mítico 
en tan remota región de los Urales.







© albertotrocóniz / 19
Texto: de “POEMAS DEL MITO”
Imagen: “Los Siete Gigantes”
de “FOTOFILTRADA”
Otros enlaces “Post”-relacionados
en el Tablero “POEMAS DEL RITO, DEL SÍMBOLO Y DEL MITO

No hay comentarios:

Publicar un comentario