(Soneto Barroco)
Ya cornamentas percibe le crecían
sobre la testa y en matas se enredaba
pues por cabeza rizos que le cubrían
en recias astas al punto los tornaba.
Crines hirsutas que de la piel surgían,
brazos y piernas que en patas transformaba,
manos y pies pezuñas que se hendían,
miembro de res en que aún bullendo estaba.
Aquella que era causa de tal daño
con más y más reír bestia lo hacía
y perros ve asombrado le ladraban.
¡Oh miserable estado!, ¡oh mal tamaño
ser devorado por la propia jauría!;
… luego a la luna sus canes lo lloraban.
© albertotrocóniz / 14
Texto: de “RETABLO BARROCO”
Imagen: Fuente de Diana y Acteón en la Regia de Caserta,
de "FOTOFILTRADA"
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ResponderEliminarel voyeurismo es tema favorito
en fuentes de jardines del barroco.