jueves, 19 de enero de 2012

"LA GRAN INDIFERENCIA"

<<Así como la matemática concibe 
la noción de infinito y en lo teórico 
más allá aún los ulteriores órdenes
de infinitos de aquellos infinitos;
asimismo en campos de conciencia 
también hay misterio de misterios, 
profundidad de las profundidades, 
excelsitud de lo que ya es excelso. 

No existen límites —parezca— a la conciencia 
en despertar hacia otras maravillas; 
¡cómo es pequeño aquí este bajo mundo, 
que está al principio de todo ese proceso!.

Trataré de expresar lo inexpresable: 
fui tomado de un campo potentísimo 
que en su presencia hizo palideciese
todo estado mental: irrelevante. 

Integraba en su seno un gozo máximo 
que en el plexo solar se aposentaba,
no hay palabra que pueda describirlo: 
"Satisfacción", la más aproximada; 
pero no confundir con un estado 
"satisfactorio" que se compare a otros 
—en todo esto nunca hay comparaciones— 
no es "tener", es un "ser", una substancia. 

Aquel que está viviendo el hecho mismo
no necesita ya nunca de nada;
es la esencia del gozo, la alegría 
intelectual, emocional, moral, estética…
el punto culminante a que aspirarse 
más se pueda por cualquier individuo;  
ya sin ser necesario lograr nada,
libres de la ambición, de los deseos. 

Sólo en defecto persistía un anhelo 
que era el de trasladar esta riqueza 
a los demás, a los que aún no lo viven
y desconocen qué es su naturaleza. 

Cuánto duró este estado no sabría 
por el reloj mecánico decirlo
pues al poco me veía subsumido 
en otro ámbito que aún más profundo era. 

Único término que alcanza a describirlo: 
el de suprema o "Gran Indiferencia";
en ello había la sensación magnífica 
de Autoridad en Majestad inmensa 
capaz de hacer palidecer al lado 
reyes y emperadores —sólo insectos 
que al fin y al cabo todo el poder deriva 
del Supremo Poder que lo delega.

Aquí siquiera ni el anterior estado  
descrito como "Satisfacción Perfecta" 
se añora o necesita, e inclusive 
aquel contento mísero pareciera:
es el Nivel completo y adecuado; 
no sé si habrá algo que sea luego
y mantener, para poder contarlo, 
un mínimo residuo de nuestro ego.  

Aquí la "indiferencia" no es lo mismo 
que habitualmente en convención se asigna: 
no se entienda en sentido negativo,
mas que no existe necesidad, carencia…
pues ello es lo completo y Absoluto,
el infinito de todo lo infinito; 
Saber y Ser que en una misma cosa
mora en sí mismo en perfección de esencia
estando más allá de dualidades, 
de toda acción y de todo reposo,
de toda forma y al tiempo de lo informe,
de comienzo y final, y lo intermedio.

Es el ahora, también el "para siempre", 
Completitud, el Alfa y el Omega;
es Poder Absoluto, así por tanto 
no es necesario que sobre algo lo ejerza… >>

 … de ahí se describa cual "Gran Indiferencia".




© albertotrocóniz /12
Texto: de “LA BÚSQUEDA INCESANTE”
*basado en Franklin Merrell-Wolff:
"The High Indifference", out of the book
"Experience and Philosophy" 
State University of New York Press / Albany,1994

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