Lanzado a los vacíos siderales
avanza el Sol siguiendo a la galaxia
y en pos de él su cohorte de planetas
y otros cuerpos menores como lunas,
asteroides, cometas de amplia estela…Extraordinarios seres los cometas:
cual de alados mensajeros de los cielos
partículas de luz incandescente
rasgan los velos de la noche oscura
trayéndonos cifrado su mensaje;
entendamos cuál es la base física
y el simbolismo que puede adjudicársele.
Almacenados en órbita expectante
más allá de Neptuno, aguardan quedos
llamado inesperado de la estrella
por ley de gravedad con que les sorba
y a ella se lancen en órbitas excéntricas.
Hechos de polvo y hielo cuando alcanzan
del astro sol regiones que son próximas
y por ende cada vez más calientes,
vaporizan parte de su materia
que queda atrás como una cabellera.
Pareciera que fuesen como ángeles
vistiéndose de gala en la visita
y a la ocasión generan también auras
—ya no postreras sino sobre cabeza—
que en resplandor compiten con la cola.
Al sol circundan y vuelven a perderse:
algunos si en elipses por un tiempo
en que retornan del viaje prodigioso
por el espacio inmenso durante años
y miles de millones de kilómetros
a repetir la antigua ceremonia.
Otros en cambio, queriendo ser más libres
no se constriñen en órbitas cerradas,
sino que en trayectorias hiperbólicas
luego de saludar una vez sólo
al astro rey, se pierden para siempre.
Un momento especial para la Tierra
resulta aquel en que su trayectoria
coincide con aquella de un cometa
y pasa por su rastro atravesándolo.
Este que se halla compuesto de fragmentos
de gránulos de polvo y también hielo,
en colisión con gases de la atmósfera
entran de súbito en incandescencia.
210.000 kilómetros por hora,
tal la velocidad en ese encuentro
que hace inflamarse hasta 5.000 grados
a las pequeñas partículas en cauda.
Su poquedad —tamaño de un guisante—
deviene antorcha flamígera en los cielos
y su metamorfosis luminosa
tiene un momento glorioso en universo.
Durante algunos segundos encendida
realiza un corto viaje por la bóveda
y es luciérnaga en medio de la noche,
pero ya es luz —aun sea breve— al cabo.
¿Qué simboliza pues este fenómeno
al que somos convocados puntualmente
en ciertos días del año, a ese goteo
centelleante desde la oscura cúpula
de Perseidas, Gemínidas, Leónidas… ?.
Extrapolando al caso la metáfora
si se establece aquí un paralelismo
de la Tierra al encuentro del cometa
con el hombre al encuentro con el ángel,
desde lo alto se lanza como un reto:
« Genera luces que aun breves sean intensas
e iluminen tinieblas transmitiendo
que más allá del velo de apariencia
oscura en lo profundo de la noche,
somos cometa o ángel que a astro vuela
y al igual que hacia el faro mariposa,
enciéndete brillante aunque te agotes
pues tu momento de luz propia es homólogo
al resto de los astros de universo ».
© albertotrocóniz / 16
Texto: de “DE LA FÍSICA HACIA UNA METAFÍSICA”
Imagen: “Cometa 67P desde Rosseta”
de “FOTOGRAFÍA”
Otros enlaces “Post”- relacionados
en el Tablero “APUNTES SOBRE CIENCIA”
… y en el tablero “POEMAS DEL GOZO Y DE LA SOMBRA”:
http://albertotroconiz.blogspot.com.es/2016/09/cometa.html
ResponderEliminarhttp://tinyurl.com/hx9l5rc