sábado, 20 de agosto de 2016

BAILANDO YO AGARRADO AL SON DE BIO-RITMOS

Hay ciertas fechas que que son paradigmáticas
para ilustrar el hecho que ahora expongo
que es cómo nos afectan "días críticos"
de biorritmos, al menos de tres clases:
el intelectual, el emotivo, el físico.

(Hay otros más que aquí no se mencionan
para no hacer el tema complicado;
corresponden a sutiles envolturas
que integran nuestro cuerpo cual cebolla)

Hoy la jornada resulta asaz funesta
—para mí, no digo para otros—
pues se me juntan todos los mencionados
en los puntos de inflexión de las curvas
que expresan sus valores relativos
y en este caso en el lugar más bajo;
yo en consonancia me encuentro “hecho unos zorros”.

El fenómeno —explico— es como sigue:
todos tenemos vibrando internos ritmos
que son como ondas de intensidad variable,
sinusoidales y de varias frecuencias.

Están a cero el día en que se nace
y empiezan a oscilar y a separarse
al principio creciendo habiendo un máximo,
después bajando otra vez hacia el cero,
bajando aún más hasta alcanzar un mínimo
y volviendo a subir de nuevo al cero
completando así un ciclo que repite
de manera constante aunque en distinta
duración o periodo que presenta
según sea el aspecto en el que rige.

La más rápida corresponde a lo físico:
al cuerpo, vitalidad, estámina… 
(representada usualmente en color rojo)
y repite su ciclo en veintitrés días.

La intermedia corresponde a lo emotivo:
afectividad, humor y sentimientos;  
(es en dorado, verdoso o amarillo)
y se repite cada veintiocho días.

La más lenta corresponde al intelecto:
comprensión, expresión, razonamiento… 
(es su color afin azul eléctrico)
repitiéndose cada treinta y tres días.

Son días críticos, vale decir de cambio
—acarreando un mayor o menor trauma—
aquellos en que la intensidad muta de signo
en los puntos de inflexión de las curvas:
los máximos, los mínimos y el cero.

En esos días ocurre lo siguiente
(para mi son hechos comprobados
desde hace mucho tiempo que lo sigo):

En día Crítico-Físico noto un cansancio
que no es habitual en otros días;
lo mejor si se puede: estarse quieto
metidito en la cama a ser posible
y jamás intentar hacer esfuerzos.

La única excepción en ello es sexo
que resulta especialmente gozoso
(esplendoroso si también acompañante
resulta haber día Crítico-Físico).
Es buen momento asimismo a hacer ayuno
y depurar el cuerpo de toxinas.

En día Crítico-Emocional me irrito
de manera total e inapelable
cualquier cosa me enfada aunque procuro
controlar y no manifestarlo,
muchas veces sin éxito, confieso.

Lo mejor sería el encerrarse,
no ver a nadie y menos ir a fiestas;
como en mi caso la cosa se repite
todos los sábados, siendo este el día típico
de reuniones de amigos y de cenas,
he adquirido la bien ganada fama
de ser un tipo un tanto impresentable.

El día crítico este es hebdomadario
pues su ciclo es de cuatro semanas;
sugiero a cada cual que se examine
y compruebe si el día de la semana
en que nació (como digo, yo un sábado)
se encuentra especialmente susceptible.

(Mejor para estos casos sea un Lunes
y así resulta más creíble la coartada
de tener que ir otra vez al trabajo;
mas la razón profunda es la que digo).

En día Crítico-Mental estoy espeso,
tardo de comprensión y de respuesta
con frecuentes salidas "pata-banco";
quien no me conociese me tomase
por un tonto integral "manzanas traigo".

Lo mejor llegados a este día
es meditar, poner la mente en blanco;
veremos que no surgen pensamientos
a estorbarnos cual bandadas de moscas,
con lo cual se podrá estar atento
a la elocuencia que surge del silencio.

Ya en el plano de la vida corriente
es no decir "ni mu" y "cara de póker";
jamás argumentar ni mucho menos
presentarse a unas oposiciones,
a pedir un trabajo o un crédito,
jugar al ajedrez contra la suegra
o tratar de escribir —como ahora hago—
un nuevo “post” del “Blog” para colgarlo.

Yo mismo me sorprendo de que pueda
seguir mínimamente este discurso;
vuelvo a examinar gráficos, compruebo
que aún me queda un pequeño porcentaje
de lucidez (dentro de lo que cabe).

(La cosa ocurre muy de vez en cuando
en el decurso vital, concretamente
cada 21.252 días
—algo más de 58 años—;
este lapso en coincidir de las tres curvas
se puede dar en tres puntos de cambio:
entre mínimos, y asimismo entre máximos,
y a aquel de valor cero de parámetros
fue ello al nacer y en esa edad precisa).
Todo se pasa al cabo de unas horas;
el oleaje viene y va de días críticos,
pero sinceramente recomiendo
antes de "echarse al mar" ver el estado
de vientos y mareas previsibles
a producirse en nuestro cuerpo-mente
para lo cual existen ya programas
de ordenador y también apps en móvil
con que resulta fácil conocerlo.

Así la cosa lo emplean aerolíneas
para evitar errores de pilotos;
también es útil en temas del deporte
ya sea individual o colectivo—
y en asuntos de guerra y amorosos
conocer el estado de adversarios
y el de uno mismo a evitar un encuentro
o bien por el contrario a propiciarlo;
para caballos si apuestas en carreras…

Vaya, en fin, que las aplicaciones
pueden ser múltiples y de gran importancia;
lástima que se haga poco caso
y sea considerado algo esotérico;
mas no hay que discutir, remito a pruebas:
ante polémicas el método científico
que es investigación y experimento;
gran ocasión sería el comprobarlo
cotejando con medallero olímpico.

Compruebe cada cual si se le aplica
planteándose una cuestión sencilla:
¿en el día de la semana en que naciese
me noto acaso mucho más irritable?.

Hoy como dije resulta que en mi caso
coinciden tres días críticos en mínimos;
trataré de acabar este mensaje
antes de ir a encerrarme en mi cubículo.



© albertotrocóniz / 16
Texto: de “LA ESPUMA DE LOS DÍAS
Imagen: de “FOTOFILTRADA”


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1 comentario:

  1. http://albertotroconiz.blogspot.com.es/2016/08/bailando-agarrado-al-son-de-biorritmos.html
    http://tinyurl.com/hqsqem6

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