Hay una puerta que se abre a lo profundo
y en el dintel lleva escrita esta frase
en forma de pregunta: << ¿Soy Consciente? >>.
En el momento en que la mente trata
de responder, por más que dé más vueltas
siempre acaba en un punto de silencio.
Se reconoce a sí como consciencia
pura y simple despegada de objetos;
no instrumento, sino en su pura esencia.
Y esa mente por lo común dispersa
con el tráfago exterior de circunstancias,
al reposar en sí misma vuelve a casa.
El sabor de eternidad allí se gusta
y aunque al poco torne al mundo a despistarse,
la querencia de infinito dentro queda.
Y con ello poco a poco, más frecuente
tratará de retornar por esa puerta
para el caso recordando la pregunta:
<< ¿Soy Consciente?, ¿Me doy Cuenta?, ¿Soy Consciente? >>.
© albertotrocóniz / 14
Texto: de “LA BÚSQUEDA INCESANTE”
Imagen: de “FOTOFILTRADA”
Inspirado en Rupert Spira:
"Allowing the Mind to Sink into the Heart"
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