Algunas veces vienen de lo profundo,
cuando la mente se relaja en el sueño,
mensajes importantes que señalan
un camino a tomar en nuestra vida;
surgen de nuestro yo más verdadero
que es el maestro perpetuo que acompaña
y en varios modos busca su epifanía
a hacer llegar a la mente su consejo
encarnándose en formas del ensueño.
El inconsciente no nos hablará nunca
con razonables lenguajes de vigilia,
siempre lo hace con símbolos e imágenes
y en emociones, como un niño pequeño;
la razón luego debe interpretarlos
para integrarlos en una vida adulta
formando parte de la mente consciente
y en la supra-consciente trascenderlos.
Con las mujeres suele un grupo de ancianos
—llamado el “ánimus”— aconsejar sapiente,
y a los varones, en forma femenina
en lo que se conoce como el “ánima”.
Relato aquí la experiencia que tuve
y para mí fuese algo decisivo
con el ánima manifestada en sueño
con el ánima manifestada en sueño
de aquel tipo que dicen "numinoso"
y que incluye las tres características
de potencia, de amor e inteligencia
suficientes para cambiar un rumbo
equivocado a causa de ignorancia
(pongo en negrita aquí "palabras clave"
a su interpretación cuando despierto).
(pongo en negrita aquí "palabras clave"
a su interpretación cuando despierto).
Era yo un crío, tendría siete años
y sucedió el que me enamorase
de una niña muy rubia, ojos azules
algo mayor que yo, era muy guapa,
americana, se llamaba Kathy
y no me hacía ni caso por supuesto.
A pesar de ello guardaba en mis adentros
un sentimiento desconocido mágico
que alrededor todo transfiguraba:
las cosas más odiadas, el colegio… ;
era el amor aunque en forma embrionaria
en cuanto a su expresión, no en cuanto a esencia.
Buscaba el que sus padres me invitasen
a jugar al chalet de Pozuelo
(allí vivían muchos americanos
en los tiempos aquellos de las bases)
(allí vivían muchos americanos
en los tiempos aquellos de las bases)
y su jardín era a aquel niño el paraíso,
"hortus conclusus" intocado y perfecto:
jugábamos, nos daban hamburguesas,
sus coca-colas sabían especiales…
después nosotros también correspondíamos
lo que doblaba la ocasión de verse.
Un cierto día para mí inolvidable,
luego finalizado ya el almuerzo,
nos mandaron los mayores a la cama
a descansar un rato haciendo siesta:
la tuve cerca al lado, emocionante;
al sin querer la rocé con mi brazo
y como veía que no me rechazaba
me hice ilusiones: quizá también me amase.
La cosa ahí se quedó como era lógico
mas no nos engañemos, no por niños
dejamos de encarnar los arquetipos
que sustentan la vida desde eones:
el yin y el yang buscándose en los sexos;
volvía a presentarse allí patente
aun de forma intuitiva, arcanos símbolos
de las bodas entre polaridades
y en feliz hierogamia ser ya lo Uno.
Después siguió la vida como siempre:
vacación, estudiar, masturbaciones,
escrúpulos e ideas de pecado
inculcado por curas del colegio…
ya sólo verla en raras ocasiones,
al cabo un tiempo retornaron a América.
Este preámbulo explica las raíces
del sueño que en aquel tiempo tuve
y que marcó mi vida en adelante
en busca un ideal a conseguirse
pues lo había vivido para luego perderse.
Soñé con ella, un monstruo la raptaba,
era un gigante de aspecto brutal, fiero;
yo los seguía internándose al bosque
y allí desnuda él la crucificaba
clavada a un árbol que hacía forma en aspa,
después su cuerpo vi lo descuartizaba,
los miembros esparció sobre la tierra
diseminándolos todo a la redonda.
Fui recogiendo los queridos despojos:
piernas y brazos, tronco, cabeza, sangre,
el corazón en todavía latiendo…
y los junté sobre cruz del martirio
uniéndolos de nuevo con un bálsamo.
Volvió a la vida, estaba agradecida
y ella era yo en un cuerpo radiante
que transmitía el mensaje: "Reunifica";
y así embargado de un amor infinito
desperté conmocionado a la vigilia;
con gran asombro sentí aquello tenía
algo distinto de calidad magnífica;
después lo supe, era un sueño numínico.
Ya desde entonces noté cambiaba el rumbo
del interés y objeto de mi vida;
e investigando cuál el significado
pude al cabo interpretar el mensaje:
era mi alma que estaba desgajada
y desmembrada por fuerzas monstruosas;
esas que un niño encuentra al dar el paso
a vida adulta y abandonar la infancia
lo cual sucede en torno a los siete años.
Gracias doy siempre a recibir consejo
que me llegase en esa etapa crítica
y me impulsase a recoger las piezas
dispersadas por lugares opuestos
cual yo veía era el mundo de adultos.
Volver cadáver de mi alma torturada
a un organismo vivo en su inocencia
unido al centro, al corazón latiendo:
reconstrucción del propio ser perdido
completándolo a un todo coherente.
En adelante en muchas ocasiones
fuese mi ser disperso y desgajado
por mil requerimientos mundanales,
pero a la postre ese sueño numínico
siempre ha impulsado a recobrar el centro.
Doy otras claves de elementos del sueño
que enriquecen la esencia del mensaje:
“Pozuelo”-pozo: denota el adentrarse
a zona oscura que esconde soterrada
y en sus jardines debo jugar tal juego.
“Kathy”: es catálisis en esa fase alquímica
que impone muerte antes de nueva vida,
siendo el análisis la etapa previa a síntesis.
“Rubia”: en corona al transcender materia;
oro en la mente por el conocimiento,
premio al seguir en su impulso hacia arriba.
“Ojos azules”: que significan cielos
donde sublimen pulsiones más primarias;
(dijeron luego: "amor es sacrificio").
“Mayor que yo”: investida en sapiencia.
“Era extranjera”: cual exiliada mi alma.
“Perdida en bosque”: entorno amenazante
con fuerzas monstruosas y animales.
“Gigante”: sin duda los mayores:
la sociedad, parientes, profesores…
“Desnuda”: es su ambigüedad erótica
—una vez ya perdido el paraíso—
y la inocencia entre los cuerpos previa.
“Desmembramiento”: el por ellos sufrido
con alma desgajándose en pedazos
y dispersada en trozos inconexos.
“Cruz”: “axis mundi” entre el cielo y la tierra
y que unifica los puntos cardinales
de un espacio vital que está disperso:
el norte y sur, el este y el oeste,
la variedad y lo contradictorio
reunido en corazón que marca el centro.
…
Todo son símbolos que integran el mensaje,
aviso de los sueños a este sueño
(que es la vigilia de la llamada vida
cuando se vive en separadas piezas)
a lograr la unidad en un mandala.
"Felicidad" —creo que ya lo he dicho—
fue sensación al despertar del sueño.
© albertotrocóniz / 14
Texto: de “LA BÚSQUEDA INCESANTE”
Imagen: de "FOTOPINTURA"
Otros enlaces “Post”-relacionados
en el Tablero “LA BÚSQUEDA INCESANTE”