abril catorce, mil novecientos doce;
aguas de Terranova, noche oscura,
música a bordo en salones del "Titanic”…
Si como pienso, nada es casual y en cambio
todo oculta un mensaje que es simbólico,
hoy el naufragio del sistema económico
rememora —no sé porqué— al "Titanic".
Pues la gran nave puede ser la metáfora
de un microcosmos donde se representa
a toda sociedad, todas las clases,
unidas en destino hacia el desastre;
y en tal metáfora "iceberg" es la deuda
que posee dos partes bien distintas:
“el principal” visible en superficie,
y “el interés”, gran peligro escondido.
Al igual que en aquellas circunstancias
—a la vuelta del siglo que ha cumplido—
—a la vuelta del siglo que ha cumplido—
cabe aquí señalar las coincidencias
entre aquel paquebote y el “sistema”:
menosprecio de advertencias y arriesgarse
ante un peligro que flota a la deriva,
con cortedad de miras de vigías
que desprecian mirar por catalejos;
un capitán barbado, aspecto serio
pero en el fondo débil pues se pliega
al capricho del armador del barco,
“donde hay patrón no manda marinero”;
el carácter sorpresivo del suceso
para el orgullo de creerse insumergible:
reflejo de egos y soberbia insolidaria
sobre todo de la clase dirigente;
una nave moderna y tecnológica
con elenco de oficiales eficientes
e industriosos operarios en sentinas;
todo muy bien, sólo falla una cosa:
lleva directo el rumbo hacia el abismo
y todos vamos subidos a este barco
que carece de botes salvavidas
suficientes para todo el pasaje
(al igual que en el “juego de las sillas”*).
El panorama enfrente son montañas
de “debt-bergs” que ocultan su peligro;
a mi entender es urgente y necesario
el girar timón, pero en redondo
… mas ya se sabe: la inercia impresionante
que posee una mole a toda máquina
que hace imposible virar en corto tiempo
y no del suficiente se dispone.
Ya puede oírse el fatídico choque
de los fondos del barco contra el hielo
y en breve plazo será todo anegado,
si no sabemos cortar el mal aprisa.
A mi juicio es gran error se afirme
sea posible mantener tinglado a flote
y pensar que aunque existan averías
podrán ser con el tiempo reparadas
y una vez puesta a punto maquinaria,
con mismos capitanes y oficiales,
el poder proseguir en este rumbo
y aún a mayor velocidad si cabe.
Mas ya se hunde la proa en frías aguas
y se ve a gente cayendo por la borda
a un mar oscuro (pobreza y desempleo)
con el barco escorado hacia la sima.
El capitán manda tocar la orquesta
y se lancen mensajes que den calma;
se le aconseja a la primera clase
vaya a “un lugar seguro … hacia la popa”
… luego muchos darían toda su fortuna
por una plaza en bote salvavidas.
© albertotrocóniz / 12
Texto de: "TAL COMO LO VEO"
Imagen de: "FOTOTRATADA"
… y en el Tablero “CARTILLA DE RAZONAMIENTO ECONÓMICO”
2012 04 14 Ed.1ª
ResponderEliminarEn este día se cumple el centenario
del suceso fatídico acaecido
y que hoy lanza un "aviso a navegantes",
aquí en metáfora del mundo financiero.