Yo te adoro Señor que todo eres:
tú resumes los mundos en un punto;
cuando quedo en silencio te barrunto
en la intuición del Ser tras de los seres.
“Adoración” quizás sea la palabra
—si es que algo puede haber que lo describa—
cuando en contemplación tras de la criba,
hecho el silencio, da en que la puerta abra.
Así después de orar quedando atento
a lo mudo, inefable, a tu presencia…
palpando en la muralla arribo a un torno;
¡sacia por él este hambre de tu esencia!,
¡rescátame de aquí, cese el tormento!,
¡condúceme a tus valles sin retorno!.
© albertotrocóniz / 12
Texto de: "POEMAS DEL AMOR SAGRADO”
Imagen:de "FOTOFILTRADA"
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