—Juan 9:2—
Hay una ley que rige lo creado
que resulta inviolable, ni aun por dioses,
y es esa ley del equilibrio en todo:
que el balance conjunto sume cero.
Pues todo sale de lo que llamo "Nada"
siendo el nombre que damos al ignoto
telón de fondo que hace posible formas
dentro de contingencia y relaciones;
así el hombre estando a ello sujeto
mientras viva instalado en la creencia
de ser una persona independiente,
debe pagar las deudas que contraiga.
Esto es lo que en tradiciones orientales
viene denominado como “Karma”
por la que todo acto está sujeto
a consecuencias, buenas, malas:
cualquier acción que no surja directa
del fondo de silencio que es su fuente,
sino a través del filtro de la mente
eligiendo con vistas a sus frutos,
ha de ser compensada en el balance.
Acarreamos por vidas consecuencias
de nuestro actuar ya inicuo o meritorio;
todo el mal que lanzamos a este mundo
como el bien, más tarde recogemos
y así estamos atados a los ciclos
del devenir en las reencarnaciones
en un proceso ascético de alquimia
donde vamos depurando nuestras cargas.
Cuando un "enviado" encarna aquí en el barro
llevado de piedad por sufrimientos,
para aportar más luz a la materia,
como fue el Cristo, como también son otros…
necesita transmitir el mensaje
adaptado a los tiempos y a las gentes;
en épocas oscuras, materiales,
milagros puede usar como instrumento
a fin de abrir los ojos a las masas
y el curar físico sea un símbolo para almas:
los ciegos ven, los muertos resucitan,
los cojos andan, los enfermos sanan…
¿Pero quién se hace cargo de las deudas
que con dolor estábanse saldando
por aquellos sujetos a su karma?;
el amor las rescata y las recoge
en la persona de quien las redime.
Por tanto el Cristo toma a beber del cáliz,
por eso se entregó sin defenderse;
fue necesario un cordero al matadero,
se precisó la Cruz del sacrificio.
El amor es haber y asume el debe
del fardo de otro cargándolo en espaldas;
del fardo de otro cargándolo en espaldas;
esa es la redención, ese el misterio
del Cristo hijo de Dios crucificado.
La semilla de sangre fructifica
en mayor luz creciente en la Conciencia
y hace avanzar más rápido a la meta;
si tiene algún valor todo este viaje
es el amor, que impulsa lo creado:
"amor que mueve el sol y las estrellas".
"amor que mueve el sol y las estrellas".
© albertotrocóniz / 12
Texto de: “LA BÚSQUEDA INCESANTE”
Imagen: "Cristo de la Vega"
de "FOTOPINTURA”
de "FOTOPINTURA”
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