fundacional del "blog" que da comienzo,
donde prometo hablar (si no me callan
y ello tanto en prosa como en verso*),
de (casi) todo lo humano y lo divino,
valiéndome de imágenes y escritos,
de vídeos y hologramas si hace al caso;
lo que importa es jugar en el recreo,
recreando, sea a escala diminuta,
el gran juego de Dios** que en cada uno
se expresa con variados instrumentos.
Para aquel temeroso de los astros,
la signatura grabada en ese bloque
que imagino asentando en los cimientos
(como se hacía con cosa de importancia
eligiendo el momento de los cielos),
se presenta en el "post" siguiente anejo.
*No confundir el verso con poema;
que los ripios son un divertimento,
mas el poema lleva algo de lo eterno.
** A esto en Oriente se lo llama "Lyla".
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