miércoles, 7 de agosto de 2019

EL DOCTOR FAUSTO CORTEJA A MARGARITA

(En el jardín de Margarita)

Fausto:
Ángel mío ¿no me reconociste 
cuando entré en tu jardín el otro día?.

Margarita:
¿No lo vió acaso?, quizás bajé los ojos. 

F.
¿Me perdonas la osadía que ayer tuve
abordándote al salir de catedral?.

M.
Me turbé pues no me había ocurrido
que un varón se acercase por las buenas
a saludarme y a dar conversación,
y así pensé qué pensarían de mí;
confieso me enfadé conmigo misma
por no ser yo capaz que me enfadase
 esa actitud de tan amable agresor,
que al mismo tiempo en mi interior conmovía
un algo que impedía que le odiase.
Mas… ¡espere un momento por favor!;
(coge una margarita del jardín)

F.
¿Qué vas a hacer con eso?, ¿un ramillete?

M. 
Es simplemente un juego divertido;
apártese pues se reirá de mí.
En deshojándola: “me quiere, no me quiere…”,

F.
¿Se puede saber lo que murmuras?.
(Ella prosigue “me quiere, no me quiere…”)
¡Dulce cara angelical en ello muestra!

M. 
“me quiere, no me quiere…, al fin: ¡me quiere!.”

F.
¡Pues sí!, ¡te quiere!, ¿comprendes lo que es eso?;
 (apretando sus manos en las suyas)
lo que esa flor te dice dulce niña
tómalo como oráculo: ¡te quiere!.

M.
Siento un escalofrío, me estremezco.

F.
No tiembles vida mía, mas permite
mis ojos en los tuyos te transmitan
un mensaje que al cabo es inefable:
el de una dicha que debe ser eterna;
si hubiese un fin, nos desesperaríamos:
no, nunca, nunca, ha de tener final.

… … …


© albertotrocóniz / 19
Texto:  Para una versión no literal del Fausto
de J.W.Goethe
de: “EL LIBRO DE BABEL”
Imagen: "Fausto Corteja a Margarita"
de DIBUJO Y PINTURA
Otros enlaces “Post”-relacionados
en el Tablero “EL LIBRO DE BABEL”


ANEXO SEXY 

Doy a continuación un documento
inédito hasta ahora y censurado
por no ofender a gentes bienpensantes
sobre el tema tabú de relaciones
sexuales del Maestro y Margarita
que en la obra de manera directa no aparecen
a pesar ser central a la tragedia.
El mismísimo diablo lo ha chivado
(ya que fuese testigo de los hechos)
dictándolo por medio de la ouija.

Quede advertido el lector de contenidos
eróticos a más de ser heréticos
en sentido literal y literario.


DON JUAN FAUSTO SEDUCE A MARGARITA

¡Oh Gretchen, Gretchen!, mi paloma inocente,
me miras temerosa y fascinada
cuando me acerco y beso en despojándote
morosamente de prendas campesinas
que van cayendo al suelo junto al libro
de los salmos que aferraban tus manos,
el rosario de olor, el crucifijo…
ahora arrumbados entre los lienzos íntimos.

Veo tus pechos que apenas tapan trenzas,
y el crespo sexo —caído el mandil del dirndl—
se me aparece como "Alma de la Tierra";
tus rondas nalgas que cambio una y mil veces
por mostrencas redomas y retortas,
librotes y alambiques empolvados
que junto a cientos de enseres atestaban
la odiada cárcel de mi gabinete.

Yo voy envuelto en un ropón de pieles
que a ti destapo, ¿qué clase de deseo
junto al amor es la pasión que siento?;
el eterno femenino a lo alto impele:
en anhelo del alma, y en el cuerpo
mi miembro erguido ya en toda su potencia

… recuperada conforme a la promesa
que firmase en el pacto con el diablo
como cláusula del todo imprescindible
y que ha cumplido devolviéndome aquello
que yo creyese tan lejos y olvidado:
virilidad de juventud perdida
en la firme erección bien mantenida
cual la de un garañón ante seis yeguas.

Tranquilizándote indico que te acerques
a esta barra de luz que en ti ilumina,
con su visión inédita, el semblante
de asombro más un punto de espanto,
pues la apariencia conlleva algo diabólico
cual tú recuerdas de los machos cabríos
cuando montan rebaños del aprisco.

No temas niña hermosa no hay cuidado,
no te haré daño, tan sólo el necesario;
permíteme que en tí yo me introduzca
y que derribe por dentro las barreras
que tu virginidad conserva intactas:
la sangre, has de saber, es ese jugo
de lo más especial y que propicia
aquel punto crucial donde devienes,
de mero potencial, en hembra fértil.

Deja discurra por dentro el blanco zumo
que mis lomos segregan en homúnculos
y generosas semillas en tu seno
darán su fruto al cabo en superhombre
pues es un inmortal quien te fecunda.

Y tú Mefisto ¡ya cesa en espiarnos
y de darte placer viendo la escena!.



© albertotrocóniz / 19
Texto:  Para una versión apócrifa del Fausto
En: “YA SIN LA HOJA DE PARRA”

Ver en el Blog “YA SIN LA HOJA DE PARRA”
pulsando AQUÍ    


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