BELDADES EN TROPEL ALLÁ EN TROPEA

En la playa italiana de Tropea

—ciudad costera junto al mar Tirreno—

prima sobre justicia la belleza:

está prohibido se exhiban en bikini

todas aquellas féminas no cumplan

con cánones estrictos de la estética

—a elegir Fidias o Policleto—

en el entorno de esos números mágicos

del 90–63–90

(no sé qué digan acerca de varones

aunque entiendo no pueda ser simétrico
ni se presuma tampoco su inocencia).

Candidatas para lucir palmito

han de ser guapas, jóvenes y esbeltas;

mejor aún, si bien no imprescindible,

es que también resulten ser simpáticas

(para con ellas —si cabe— … hacerse un "selfie").

Nada de carnes fofas ni pellejas:

Venus Botticelianas bienvenidas

y absténganse modelos de Botero

o las de Modigliani al otro extremo;

a estas un bañador y de los clásicos,

si puede ser de esos decimonónicos,

cuando no un albornoz de cuerpo entero,

que tape los estragos que hace el tiempo,

la vida sedentaria, el chocolate…

Respecto a ebúrneas festín para los ojos,

cuanto menor mejor, luzcan bikinis

e incluso monokinis, y aun sin nada

jueguen entre las olas rozagantes

como Afroditas salidas de la espuma.

Reputo sabia la decisión munícipe

(hablo en nombre de ese "macho latino")

pues arquetipo que encarna en hembra joven

inspira devoción por la belleza

y como dijo el vate eximio Goethe:

"el eterno femenino impele a lo alto"

en el alma sensible de varones

... mas como repercuta al bajo vientre

dando en mil velas izándose en la playa,
quizá en tal caso mejor los bañadores.

© albertotrocóniz / 16

Texto: de “LA ESPUMA DE LOS DÍAS”

Imagen: “Sirena Pastel”

de “FOTOPINTURA”.

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