Por entre los lejanos minaretes
escoge el sol su camino postrero.
Resplandor refulgente de las aguas
anegadas de vidas como peces
que derrotan contra los bancales
como de plata alfanjes en la orilla.
Es el mar un gran túnel que surcamos
descifrando extraños alfabetos.
Arde el mar, arde el Bósforo plagado
de seculares miradas que se asoman
y levantan la costra de la herida
interrogando nuestros corazones.
Ya arde Estambul, primer y último día
de una secuencia que perdura en milenios.
© albertotrocóniz / 16
Texto: de “CARNET DE VIAJE”
Imagen: “Atardecer en el Bosforo”
de “FOTOPINTURA”.
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