Te observo en el dormir, estás tranquila
sobre la almohada, roncas y te abrigo
echándote otra manta por encima
pues hace frío esta mañana ahí fuera
y está la habitación de la casona
naturalmente algo destemplada.
¡Cómo te amo, sí amor, cómo te amo!:
te observo y es amor eso que observo
observo a la mujer, la compañera
por más de treinta años de estar juntos;
pienso fuiste valiente, te arriesgaste
a dar el salto quizás aun no sabiendo
completamente si era lo más sensato.
Yo por aquel entonces no era de esos
que pudiera inspirar gran confianza
para llevar una vida muy tranquila,
azotada mi alma entre tormentas
buscando identidad, sentido al mundo.
Supimos adaptarnos uno al otro,
supimos aceptar las diferencias,
nos mantuvimos unidos pese a todo
en los momentos buenos, en los malos
… lo mejor: haber tenido al hijo;
te desviviste hasta ahora en verlo un hombre
y hoy generosamente sueltas lazos
permitiendo que ya viva su vida.
Es cierto, nos queremos, este trío
que hemos formado afronta nueva etapa
que acaso implique un tiempo lejanía
para volver quizá multiplicado;
ojalá que esta magia más se amplíe.
Mientras tanto te observo dormir plácida
antes que los trabajos cotidianos
requieran otra vez de tus desvelos;
sacrificio, tu amor es sacrificio.
¡Cómo te amo amor, cómo te amo!.
© albertotrocóniz / 16
Texto de: "POEMAS DEL PROFANO AMOR"
Imagen de: "FOTOPINTURA"
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2016 03 08 Ed.1ª