¿No tiene acaso un límite el proceso
de financiar una otra vez la deuda
y así aumentar cada vez más los costes
de un “principal” que pidió el tatarabuelo?.
Nunca olvidemos que tales intereses
poco tienen que ver con la riqueza,
la verdadera que no la monetaria
(que tan sólo es su símbolo o metáfora).
Pues la energía y recursos naturales
que proporciona todavía el planeta
en conjunción al trabajo del hombre
con su capacidad e inteligencia,
es la riqueza, verdadera riqueza
… a la cual se ha buscado un correlato
es la riqueza, verdadera riqueza
… a la cual se ha buscado un correlato
en el “invento” que llamamos dinero
sirviendo en contra-flujo a hacer posible
su cómodo intercambio en vez del trueque.
En un préstamo interviene en dos partes:
1º— el “principal”, esto es, la base
1º— el “principal”, esto es, la base
que justifica el dinero dado en arras,
pues se entrega en su nombre una riqueza.
pues se entrega en su nombre una riqueza.
2º— los "intereses" que son el rendimiento
de ese recurso generando aún más riqueza
… mas pueden suponer rédito espurio
de ese recurso generando aún más riqueza
… mas pueden suponer rédito espurio
cuando superan el 1 ó 2 por ciento
que es el límite asumible al crecimiento
que en todo caso pudiera plantearse
fundamentándose en aumento viable de riqueza
(si es que no se descubren nuevas fuentes
de energía y/o de inteligencia);
(si es que no se descubren nuevas fuentes
de energía y/o de inteligencia);
más allá es tan sólo un invento
de algunos cuantos para “vivir del cuento”.
© albertotrocóniz / 14
Texto: de “TAL COMO LO VEO”
Imagen: “The Tax Collectors” de Quentin Massys s.XVI,
de “MUSEO” (Kunstmuseum Liechtenstein)
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en el Tablero “CARTILLA DE RAZONAMIENTO ECONÓMICO”
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