Príncipe de la Iglesia o de la Mafia,
Secretario de Estado, Camarlengo
de la Curia Romana, viejo zorro
involucrado en Banca Vaticana
y en los escándalos cerca de Benedicto.
Más conchas que un galápago, no hay duda,
bien curtido en intrigas palatinas
en la mejor tradición Madrastra Iglesia
(a la curia en San Pedro me refiero).
Sale noticia se está haciendo un pisito
que es un ático de setecientos metros
¿para él solito?, bueno no, dos monjitas
se encargarán —en patines— de atenderle.
El tal "loft" linda pared por medio
con apartamentico Papa-Paco
que es tan sólo de unos setenta metros
(eso sí, saloncito con su tele
y alicatado de baños hasta el techo).
Al enterarse de asaz tamañas ínsulas
no ha podido disimular su cólera;
ya se sabe, por cosa de la imagen
de la cutrez que este señor pretende
instaurar en la corte milenaria.
Doble contra sencillo “se la envaina”;
podrá ser el Tarsicio un sinvergüenza,
pero jamás un tonto que no mida
bien sus pasos con todas consecuencias:
¿no va a saber del “ataque de caspa”
que el gesto aúlico produciría al otro?…
Si es que le llama al orden por desmanes
y de él pretende paralice las obras,
quizás muy quedo, sin alterar el gesto,
le deslice al oído sugerencia
de que obra en su poder un cofrecillo
que destapado sea “Caja de Pandora”
si sale a relucir ciertos detalles
que acarreen grandes escandalazos
referentes a cosillas “non-sanctas”:
financieras, pederastia… e “cosí vía”.
Ya perdida la fe, toda esperanza
a más de caridad, ¿pues qué nos queda
sino un “confort” para a ciertas edades
lograr atisbo del paraíso en la tierra?.
Si me dan a elegir entre dos males
—aún no menores— que inciden en el caso
confieso que yo absuelvo al del pecatto
de amor por el lujo sin recato
más que al otro pacato del bocata
—a elegir de caballa o de sardinas—
(extraídas de su banco por millones
desde fondos de la “Pietá” vendida
a plutócrata de alguna mafia rusa)
pa repartir a masas indigentes;
remedo populista a lo argentino
de aquel milagro de los panes y peces.
A fin quizá de cumplir con Malaquías
¿llevará el otro anillo de amatista
con doble fondo para la "cantarella"
—ese veneno a la Curia tan caro—
para verter sobre la yerba-y-mate?.
¡Príncipe de la Iglesia es Don Bertone!.
© albertotrocóniz / 14
Texto: de “TALCO MOLO EO”
Imagen: de “FOTOFILTRADA"
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