El mundo es un continuum donde habitan
los así llamados vivos y otros seres;
todo es espíritu que vibra en diapasones
con frecuencias de muy diverso tono:
si baja, como piedra y minerales,
si media en vegetal y en animales,
algo mayor en lo actual humano,
y más alta en esferas de lo angélico…
Todo aspira a construir una armonía,
a ser un todo con un sentido claro
en que se exprese el aspecto triforme
de la divinidad que es en origen:
Energía, Amor e Inteligencia suma
—llámalo Trinidad si te parece—
y siendo Alpha y Omega el mismo Uno
ello busca el balance en los desvíos.
Si pongamos por caso se hace un crimen,
un atentado con inocentes víctimas,
ese desfalco, ese agujero negro
tiende a sutura moviendo otros recursos
del resto de potencias de ese cuerpo,
cuerpo espiritual —si quieres “místico”—
que reacciona, pues es la salud misma,
a aquellas partes causantes de gangrena
que pronto o tarde serán neutralizadas
debiendo de purgar por su pecado
en esta o cien mil vidas que retomen
(es Ley del Karma balance sume cero).
Volviendo a nuestro ejemplo de atentado:
¿veremos la venganza de los muertos
—que no son tales, mas vivos de otra esfera
dejando esta incompleta y mutilada—
causando a los culpables de los hechos
eventos en desgracia y abocados
a más pronto que tarde el estrellarse,
también sus vidas quebradas por los suelos?.
Asimismo sociedad que en su conjunto
muestra debilidad y cobardía
ha de sufrir la purga y penitencia
cuyo exponente inmediato está en lo físico:
en cosas materiales y económicas,
en crisis financieras y energéticas,
con infelicidad y decadencia
que es trasunto a moral y tal refleja.
Todo tiene un sentido: la Conciencia,
y al igual que un dolor en nuestro cuerpo
sirve de aviso para que lo atendamos
poniendo allí la cura que es precisa,
de igual manera el sufrimiento anímico
nos advierte que algo hay erróneo dentro
y se ha de ver su origen y admitirlo
para poder implementar remedios.
Así las circunstancias padecidas
apuntan siempre hacia sus causas últimas:
algún desvío del orden prefijado
de la salud en cuerpos y en espíritus.
Y esa salud ¿cual es?: dejarlo todo
y entrar desnudos de cosas y conceptos
en la pureza del Ser que es con mayúsculas
una vez superado el egoísmo.
Se corrobora por siempre el viejo adagio
que es una apelación a más conciencia:
“quien no aprende por el discernimiento
habrá de hacerlo a través del sufrimiento”
(válido en lo personal y en colectivos).
© albertotrocóniz / 13
Texto: de “LA BÚSQUEDA INCESANTE”
Imagen: “Diapasones en el Logos” (de Yamaha),
de "FOTOFILTRADA"
La versión de este "post" en inglés es:
MYSTIC BODY VIBRATES IN TUNING FORKS
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