LA ALEGRÍA ES SIN CAUSA

¡Cómo desborda!, cómo desborda en pecho

esta alegría venida inesperada

que no depende de nada en apariencia,

que surge en lo profundo y es sin causa,

que no se asocia a algo que sea externo,

siendo atributo de ser en pura esencia:

gozo y felicidad tienen abierto,

sin saber de razones, las compuertas

… ¿se necesitan?, hoy es como otro día

sin nada extraordinario en apariencia

salvo este gozo que de repente inunda

y se mantiene intacto de momento.

Hago mis cosas, gestiones cotidianas,

llamo al teléfono por varios compromisos,

atiendo asuntos, tras ello voy al banco…

y por detrás siempre está la alegría

presente en todo como telón de fondo.

Diré algo más: es nuestro patrimonio,

sí, en lo profundo, en la región del pecho

se encuentra un sol de amor perpetuo y gozo

que desde allí radia inexhaustible

pues es su esencia —como en la flor su aroma—

y es pura vida que por cada uno expresa

ya tanto en lo interior como en lo externo.

Podemos acceder siempre, mas sólo

cuando la mente quita las barreras

que como esclusa impiden fluya fuera

manipulando a sus fines circunstancias.

Usualmente nos bloqueamos prefiriendo

nuestras ideas fijas que sustenten

las máscaras del propio monigote

con quien nos confundimos defendiéndolo

y así el vivir resulta anquilosado,

oliendo a rancio, sujeto a la memoria,

esclavos del pasado y del futuro

en proyecciones a compensar carencias.

La vida se transforma totalmente

y se vive de modo extraordinario

si nos hacemos a un lado del camino

reconociendo ser sólo su instrumento

dejando paso a Inteligencia Suma,

a Amor Supremo y a la Potencia Inmensa;

ser sólo el recipiente que contiene

—cual del aceite que alimenta la llama—
el combustible fluyendo lento afuera.

© albertotrocóniz / 13

Texto: de “TAL COMO LO VEO”

Imagen: "Llama en el Barro" 

de "FOTOPINTURA"

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