¿sería posible haber tal maravilla
en medio de una vida de conflicto,
circunstancias cambiantes y altibajos?.
Yo digo sí, ya que el Amor lo somos;
es nuestro fundamento, nuestra esencia;
nadie puede quitar/poner un ápice,
sólo está en nuestra mano abrir las puertas.
Desechemos los tópicos al uso
inculcados de educación errónea,
propagados sin fin por los "mass-media"
inculcados de educación errónea,
propagados sin fin por los "mass-media"
de una visión en excusa o moneda:
“que algo o alguien me lo dé” (¿soy un mendigo?)
y el “se puede gastar de tanto usarlo”
(como cantase la tonadillera).
Habitualmente se utiliza en chantaje
para con ello manipular al otro:
“si tú me das, te doy" y hay condiciones:
“que seas de tal forma o tal manera”
(que es por cierto a la medida de mi ego)
mas cuando falla el pacto me deprimo,
me siento defraudado: los reproches,
los celos, las peleas, hasta el odio,
la ruptura y a repetir la historia.
Me paso así la vida dependiendo
de tener adecuadas circunstancias
que den esa felicidad que busco
y creo está en alguna cosa externa
(toda esta estupidez es la materia
con que los poetas urden los poemas,
los novelistas pergeñan sus novelas
y el cine puede hacer grandes taquillas;
se comprende que toda esa farándula
ya en su “República” Platón la proscribiera).
Vale, es bonito el jugar a tales juegos
a condición de nunca confundirse
con personajes del cuento; yo estoy fuera
observando detrás al personaje
(que cuando arde con amor apasionado
es más que nada para “matar el rato”
en retóricas de poema o de novela).
He de lograr que mi amor no dependa
de que se den por fuera circunstancias,
por ejemplo: “tenerte y que me quieras”,
pues si fuese al revés, ¿acaso importa?;
al fin y al cabo tú estás en mi conciencia
y ella te inviste de ciertas cualidades
que tú puedes tener, o en menor grado,
o en todo lo contrario a lo que pienso.
De esta forma tu imagen es soporte
a lo que llamo tú pero que es mío
y que funciona como disparadero
de evocación de mi dicha en latencia
y podrá abrir la espita donde fluya
felicidad que estaba retenida
esperando tan sólo la consigna
de asentir sacarla a su experiencia.
¿Quién permite o impide se actualice
el potencial que somos en esencia?;
¿quién se pone al borde de la esclusa
y deja libre el cauce o bien lo ciega?:
¿no es acaso la mente, el pensamiento
que funciona automático en eslogans
condicionado por siglos de los siglos
según se dé la circunstancia externa?.
Si pinta bien por fuera yo me abro
y mientras dure vivo la maravilla
mas cuando pinta mal, pues lo rechazo
y al flujo del amor cierro las puertas;
lo que viviese eterno ya no es nada,
me lamento y deprimo y voy buscando
reproducir condiciones propicias
que revivan de nuevo aquel milagro
pasándome la vida tras de aquello:
circunstancias, personas, mil objetos
que creo indispensables a mi dicha
hipotecando lo eterno en lo cambiante.
Es la trampa fatal en que caemos
condenados cual Tántalo a saciarnos
de manjares que al poco se retiran
que inherente a lo externo es ser efímero.
Mas lo que soy por dentro lo soy siempre;
soy el amor en todos sus matices:
gozo, felicidad, belleza, juego…
sin motivo aparente, la alegría.
Yo soy Amor, Energía, Inteligencia;
y ello en grado supremo —mas no en acto—
sólo en potencia que pide más vivirse;
tal es mi patrimonio, tal mi esencia
y en todo lo que late, el argumento.
© albertotrocóniz / 12
Texto: del “TAL COMO LO VEO”
Imagen: “Esclusa en el Canal”,
de "FOTOPINTURA"
de "FOTOPINTURA"
Otros “Posts” del “Blog” relacionados
en el Tablero “LA BÚSQUEDA INCESANTE”
No hay comentarios:
Publicar un comentario