Buona pulcella fut Eulalia,
bel auret corps, bellezour anima…
—Cantilena Francesa Anónima (año 880) basada en Quinto Aurelio Prudencio—
Luna sangrienta hay hoy en este eclipse
con la Tierra interpuesta a Sol y a Luna,
impidiendo siquiera unos minutos
a la luz el cumplir su trayectoria.
Como asimismo, hace ya muchos siglos,
el poder terrenal también tiñese
de rojo a virgen por la sangre y las llamas;
era muy joven y se llamaba Eulalia.
Siglo tercero, provincia del imperio,
en Emérita Augusta, Diocleciano;
si no incienso quemado en loor a dioses
pena de muerte en torturas al cristiano.
Eulalia niña —apenas trece años—
desafía al poder de los paganos
y exponiendo razones convicentes
habla elocuente delante del tirano.
Por su candor buscándose el martirio
conmoviose todo el allí presente;
nada sirvieron ni ruegos ni argumentos
ni amenazas terribles de su suerte.
Eulalia, Eulalia, tu cuerpo de paloma
por golpes del verdugo quebrantado;
llagas y sangre sobre la blanca nieve
con aceros y garfios desgarrado.
Eulalia, Eulalia, de piel de cera virgen
derretida en antorchas aplicadas
que se prenden a hermosa cabellera
(de su brillo envidiosa era la llama).
Tu fuiste allí el verdadero incienso
perfumado elevándose a lo alto;
ya en tus manos la palma del martirio
remontó una paloma de tus labios.
Y del cielo al tiempo descendía
otra bandada que eran copos de nieve;
blanco sudario a recatar los ojos
en profanar aquel despojo santo.
En clara noche ya el humo disipado
la luna llena miraba desde arriba;
sin la tierra por medio interponiéndose
cual sol radiante iluminaba Eulalia
"bella de cuerpo y aún más bella de alma".
© albertotrocóniz / 11
Texto: de "LA TORRE DEL HOMENAJE"
Imagen: Bajorrelieve de Robert Michel
de “MUSEO”
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