(a María K.)
Dejá de acarrearme en valijas innúmeras
por los arduos confines de inicuos aeropuertos
paseando mis fetiches: tigres, cuchillos, brújulas…
que como yo meritan reposo en anaqueles
para que el polvo lento que el tiempo deposita
en libros y en espejos nos cubra con olvido
y por larga estadía se permita el descanso
ayuno al fin de imágenes que pueblan los ensueños.
Aguardemos acá la amplia espera en penumbra
rodeados de silencio cual en estante el tomo
hasta que el laberinto retome otros caminos
y en circular retorno complete un nuevo ciclo.
En donde allí otro Borges fatigando las salas
de alguna biblioteca —en Islandia entreveo—
resucite a este Borges y se cumpla el milagro
que obra la magia arcana de la literatura.
Ser el hallazgo un día para aquel erudito
que casual me descubra desempolvando un libro
y—Caja de Pandora— destape los fetiches
renovando el asombro: tigres, cuchillos, brújulas…
Mas si agitas los posos y tal me zarandeas
promueves mi condena a objeto de consumo
en remesa de libros que se venden al peso
e impides se descubra con mirada inocente
al otro, … él mismo, …Borges.
al otro, … él mismo, …Borges.
© albertotrocóniz / 17
Texto: de “LA TORRE DEL HOMENAJE”
Imagen: de "FOTOFILTRADA"
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