Alucino en colores con tu vista:
tu culito, me encanta ese culito
que enfundas prieto en breve minifalda
de un aspecto a la vez desenfadado
y deslumbrante imagen cegadora
—aunque intuyo peligrosa en extremo—
con que has venido a verme … ¿y a tentarme?.
¡Oh cuán distinto atuendo al de hace días!
en que llegaste como una perro-flauta
con vaqueros raídos, camiseta
—no parecía muy limpia que digamos—
y con greñas, calzada en alpargatas.
Mas a pesar de ese disfraz tan cutre
llamaste mi atención, había algo sexy:
esa virtud que algunas chicas tienen
por más capas de mugre que las cubran,
y así en tu camiseta el amplio escote
delataba los senos rebujados
permitiendo ver algo en sus orillas
cuando a mí te inclinaste preguntándome
alguna cosa, quizás fuese disculpa.
Ya tu veneno estaba inoculado
por más que yo al principio no notase
nada extraño en vida cotidiana;
hay tantas como tú, chicas "monillas"
que exhiben arsenal de sus poderes
"prima facie": delanteras y pómpises…
Pero ha sido hoy cuando te he visto
que me he caído del "Caballo de Damasco":
arreglada con gran coquetería,
un niky muy ceñido de colores
que realzaba el pecho palpitante
bajo chupa casual de cuero negro
acuchillada de cremalleras varias
y una corta, muy corta, minifalda
que me ha quebrado todos los esquemas
… por lujo que en tan poco se concentra
y ese milagro brotando de lo nimio:
surgiendo de ella las torneadas piernas,
tras largo discurrir dando en sandalias
también de cuero con flecos y abalorios
cuando morosas envuelven piececillos
"de pisar dignos un zócalo de Pharos"…
¡Cuánta gracia tienes cuando te mueves
con andares seguros y preciosos
como aquellos de ninfas de las playas
emergentes en Venus Calipigias
con traseros meneándose al unísono
al ritmo de una música de esferas!…
Te cedí el paso al pasar una puerta
—aprovechando antiguas convenciones—
por más gozar de esa visión magnífica
maravillándome de tu metamorfosis;
quiero pensar que lanzas un mensaje,
o quizá sólo sean figuraciones.
¿Te has perfumado así por algún otro
que te espera impaciente a la salida,
o es que acaso —sean dioses favorables—
yo te atraigo por razones ignotas
que sólo el corazón que es tan extraño
en la mujer y siendo una hembra joven
elige entre otros machos de otros méritos
y no el menor que sean "yogurines"?.
Quiero pensar que importan otras cosas;
quizás ya tienes "la cole" de esos tantos
y deseas probar nueva experiencia
cual el beber de algún licor añejo,
más que nada por variar de "Coca-Colas".
Inesperado fue el roce de tu mano
con la mía cuando nos agachamos
a recoger algo que habías caído
—no recuerdo si el móvil o las llaves—
y así entonces revelaste el secreto
escondido en dicha minifalda…
El caso es que noté como descarga
que hizo buscar por dentro de tus ojos
y allí lo vi, sí, tú me deseabas
igual que en mí crecía tu deseo;
"vamos —te dije— te invito a tomar algo";
a ello asentiste con tu sonrisa cómplice…
Ya lo que sigue no puede relatarse
en este blog con el acceso abierto
pues toca en el terreno de lo explícito
y esta temática la tengo reservada
a otra bitácora de entrada restringida
—así lo exige Blogspot, son puritanos—
su título es "YA SIN LA HOJA DE PARRA"
Si alguien quiere acceder pues que me escriba
— pueden hacerlo por medio de mi e-Milio —
— pueden hacerlo por medio de mi e-Milio —
y le daré las claves al efecto
(siendo mayor de edad en todo caso)
(siendo mayor de edad en todo caso)
¡ah! el abono de un año son cien euros.
© albertotrocóniz / 15
Texto: de “POEMAS DEL PROFANO AMOR”
Imagen: “Sol Saliente sobre aquella Bahía”
de “FOTOPINTURA”
(sobre una foto de “FatalWoman”).
(sobre una foto de “FatalWoman”).
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