¡Prémiame con tu sueño japonesa!
aunque el mundo vigil nos sea contrario;
si los caminos que llevamos ambos
van en sentido opuesto y es muy lógico
… en ensueños al menos nada impide
que me visites, te espero en mi palacio
de madera lacada y malaquita;
ya se sabe, soñar no cuesta nada.
Deambularemos por el espacio-tiempo
desencarnado a que ensueños propician;
te tomaré de la mano en el paseo
por los jardines umbrosos perfumados;
me inclinaré hacia ti diciendo …“más te amo”;
tú me responderás con tu sonrisa
bajo la grácil sombrilla del cerezo
y en abrazo de amor nos fundiremos.
Las almas vivirán en esa esfera
a su placer con imaginaciones,
mas los cuerpos —en tanto allí fantasmas—
para su unión no encontrarán materia.
Lanzarán a la carne que acá duerme
inconsciente en el lecho descansando
un mensaje de ayuda a que acompañe
la compleción con la carcasa física.
Mas basta esa llamada a que despierte
y todo se evapore como un humo:
los cerezos en flor, palacio, geisha…
eso sí dejándome el recuerdo
del beso de tus labios japonesa.
© albertotrocóniz /14
Texto: de “POEMAS DEL PROFANO AMOR”
Imagen: “Geisha Pastel”
de “FOTOPINTURA”
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En Japón el 2 de Septiembre de 1867, el Emperador Meiji se promete con Masako Ichijō. Reina consorte será conocida como lady Haruko ("criatura de la primavera") reflejo de su pequeña estatura y serena belleza. En 1914 recibiría el nombre póstumo de emperatriz Shōken.
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