¿CONSOLÓ EL CONSOLADOR O FUERA INCORDIO?

Sale en los medios estrambótica noticia

de que en Escocia a una señora ha habido 

de extraérsele un dildo extraviado

de hacía una década dentro sus partes íntimas
tras una noche loca: alcohol y sexo.

Yo había oído de casos donde balas

habían quedado en cuerpos de soldados,

de bisturíes por desidia abandonados

en tripas del paciente intervenido,

o de objetos dejados con objeto

de impedir el evento de embarazo

… ¡pero un obús de unos doce centímetros!.

Sin duda alguna tal constituye un récord

digno del Guinness (levanto aquí cerveza)

pero también un aviso a navegantes,

que a tal iconño le cabe un comentario

por mor de la salud de compañer@s,

o cama-radas, ya por el mismo precio.

No cesaba de escocer a la escocesa

el juguete sexual en la vagina

pues cuando con la edad no es tan elástica

es grande incordio si se han gastao las pilas.

¿Conejito “Duracell” en conejito

cuando este se comió la zanahoria?;

antes buscarlo en "objetos perdidos",

examinar si esconde en madriguera.

La ex-pareja de la chica ahora reclama

propiedad del cacharro rescatado

ya que fue él quien lo compró en un chino;
tiene ofertas de las casas de subastas

que le dicen que podría valer "un huevo"

ya que hay coleccionistas para todo:

de soldados de plomo, de relojes,

de trofeos de caza, o cornamentas,

de sellos de correo, amigos-Facebook…

¿Por qué no entonces, de objetos investidos

por la rareza del fenómeno único

que sirva a prestigiar algún museo

atrayendo a taquillas a las masas

ávidas de admirar nuevas tendencias

en el arte moderno y la cultura

con cuadros mamarrach@s  o esculturas

— y esta podría ser tótem de los tiempos—

en un entorno "ad hoc" de algún Frank Gehry

allí mostrándola a niños de colegio?.

La interfecta que no es tonta —aun despistada—

viendo que el futuro lo tiene asegurado
con la venta de esa reliquia laica
del misil rescatado de trinchera,

piensa que para algo lo ha parido

con cesárea necesaria y dolorosa
tras llevarlo largo tiempo en su seno.

Y así podría esgrimir el argumento

sancionado por refranes populares:

"Santa Rita Rita Rita

lo que se da no se quita

(y quien eso quita o pon,

o lo pon y luego quita

como si fuera en taquilla

de aeropuerto o de estación,

no es pasajero, es cabrón

—no liso y laso— con pintas").

Otrosí podrá aducirse en juicio:

fuese a causa de tanto ir el caño al coro

que alguna vez muy lógico ocurriese

que el caño por diez años se perdiese

y por lo tanto el caso ya ha prescrito

mientras que el demandante se ha hecho el tonto;

de momento deposítese la prueba:

la del arma del crimen en juzgado,

que si bien "no llegó la sangre al río"

impidiese el menstruar como debiera.

Hay que tener cuidao con lo que metes

dentro variados ojos u orificios

—sea paja en propio o viga en el ajeno—

y garantices lo puedas sacar luego:

tan sólo ítems que estén homologados
por la Comunidad Económica Europea,

cumplan el Reglamento Electrotécnico

y otros de calidad que hagan al caso.

Con las cosas de comer que no se juegue,

o sí —cual diría el ínclito Mari-ano—

siempre que no exageres entusiasmos:

oblongas hortalizas, pepinillos…

sabroso y fácil resulta con un plátano;

botellas de refresco gaseosas

caben utilizarse, aunque sin chapa.

Cenas románticas a la luz de las velas

pueden originar taponamientos

de cerumen; no en las trompas de Eustaquio,

sino más bien en esas de Falopio

y has de acudir, no a otorrino, al ginecólogo.

Muchísimo cuidao con “canis fatuens”

si al pienso has añadido algo viagra,

o si también acaso algo de cialis

que tras sufrir risas del vecindario

—aparte de mordiscos y zarpazos—

han de venir llamados por bomberos

para atender a la bestia y la bella
facultativos: veterinario y médico.

Hay que guardarse de excesos en el sexo

al poner ciertos caños dentro en coños

no te vaya a pasar como a escocesa

—también podría haber sido catalana
separatista y más a más, lesbiana—

introduciendo en tal urna “papeleta”.

Pero ante todo, de vaginas dentadas

han de cuidarse muy mucho caballeros,

pues —cual se hiciera antaño en Vaticano—
de castrati en plan “pueri cantori”,

pudieran ingresar en algún coro
tras de perder tan tontamente el caño…

¡Salud y sobre todo ojito, cama-radas!.

© albertotrocóniz / 14

Texto: de “TALCO MOLO EO”

Imagen: “FOTOFILTRADA”

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