(¿o era cortijo?, ¿o masía en la Cerdaña?),
a llevarle al partido una cestEta
repleta de productos de su tierra (?):
calçots, pan amb tumaca, butifarra
y/o "pescaito" frito, y pipirrana,
a más de unas porciones de la-Saña.
a más de unas porciones de la-Saña.
En el bosque está el lobo malvado
ya un poco viejo y un tanto apolillado
conocido en la zona: "Robacabras"
y que espía —es su costumbre— agazapado.
-¿Dónde vas roja CaperucEta?;
¿debo llamarte Carmen o CarmEta?
- Llámame Carma si es que estuviese en Barça,
pero en Sevilla soy la Carmen de España
(¿de España a secas o de la "Puta España"?;
¿se olvida del Rubianes camiseta?),
¿se olvida del Rubianes camiseta?),
y voy a ver a de la Vogue-Vega
que muy amable se ofrece de abuel-Eta.
- Déjame ver qué tiene la cest-Eta,
mmm… ¡de gansos, y chorizos va repl-Eta!.
- Voy a tratar que apoyen mi proyecto
que yo quisiera ser su pastorc-Eta.
- Mira qué bien (ya se relame el lobo);
en tan loable plan quiero ayudarte
(va y a Caperu fácilmente se camela,
como es normal usando malas artes).
- Déjame tu canasto y tu list-Eta,
y yo que soy más veloz que el viento,
le llevo a José Luís todos tus planes
que con él gozo de gran predicamento;
mientras tanto tú tranquila coge flores
sobre todo las rosas mas roj-Etas
y "mes a mes" rovellons y otras s-Etas
(yo uso mucho el veneno de amanitas).
Dicho y hecho, el lobo se adelanta
al bosque oscuro de la sede del PSOE
y ella feliz, con grupo de enanitos
(desde el jefe Gruñ@n, hasta Mudito),
se marca una chacona, unas sardanas
y acaba —cual duquesa— en sevillanas.
Horas más tarde golpeando en las aldabas:
- ¿Abuela vino a verte mi amigo Robacabras?;
el lobo dentro que espera ya en el catre:
- Si, pasa, pasa, Caperu, esta es tu casa
(aunque eres del PSC traidora, y esto sea el PSOE), ¡pasa!
ponte al ladito a la vera de mi cama
y muéstrame que llevas en el hato.
- ¡Pero huy abuela que orejas grandes tienes!.
- Si niñita ya sabes que es lo mío
oírlo todo de todos (para matar el rato).
- ¡Huy abuela qué rabo grande tienes!
- Si niñita no entremos en detalles
que luego de "mimitos" va y se habla*.
- ¡Huy abuela si te has quedado calva!
- No toquemos niñita los co…
que de tanto maquinar tengo alopecia
(mas tengo admiradores que lo alaban,
y tengo admiradoras que lo aprecian).
- ¡Huy abuela qué dientes grandes tienes!
- Si niñita sabrás voy a morderte
y luego a desgarrar y a machacarrte
y luego a triturrrar y a aniquilarrrte
y luego ya por fin voy a comerrrrrte.
Dando un gran salto la fiera se abalanza
mas da en el suelo y cae la dentadura
—que como todo en él— pues era falsa.
Con tal ruido se acercan leñadores:
es el PePe en partida de caza,
rajan la tripa al lobo y de ella sale
un faisán medio pocho de la panza
… a más de otras lindezas que no cuento
por la falta de tiempo, no de ganas,
ya que ello amigos nos da para otra historia:
"Veinte Mil Leguas de Viaje Submarino"
podrían titularse sus andanzas.
Contenta está Caperu mas de pronto
alguien sale de escondrijo en un armario;
es Jose Luis Rodríguez Zapatiesta
que a Carmeta sus derechos le reclama:
- Eres tan sólo una vil impostora
yo soy el bueno, el fetén y verdadero
¡Caperucito Rojo, el de Manhattan!
y de cuentista poseo grandes méritos
y si hay que poner brujas pues las pongo
(recuérdese visita con Obama).
Vuelve otra vez cual chicle pegajoso
a agarrarse a la suela del zapato
que lo suyo es "chupar" corriendo bolas
pues no en balde se llama Zapatero
(otros prefieren llamarle "tuercebotas").
Los del PP (no confundir con prótesis
de silicona tóxica mamaria),
se ponen muy contentos que así toca
por mucho, muucho, muuucho, muuuucho tiempo,
ellos solitos jugar a la pelota.
en el "banquillo" por sus "faisanderías".
Mas hete aquí de nuevo una sorpresa
(otros cuentos de terror son naderías)
el lobo —más a gato se asemeja
pues parezca que tenga siete vidas—
con los voto.X va el tío y resucita,
luego al caperucito se merienda,
y de seguido a la caperucita.
y de seguido a la caperucita.
Ahora si que el Pepe respira hondo
que ha habido suerte y el resto tonterías;
ya no pelota, tiene un balón de oxígeno
para hacer lo que cree que necesita:
tiene al bicho en rehén, podría sentarloen el "banquillo" por sus "faisanderías".
Y colorín colorado, de rojerías varias
este cuento demente aún no ha acabado.
© albertotrocóniz / 12
Texto de: "TALCO MOLO EO"
Imagen refrito de: "Little-Red-Riding-Hood"
de Jessie Willcox Smith (1863–1935)
*Ver aquí el "post" relacionado
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