¡CUIDADO CON EL PERRO!

De vez en cuando se ve metido en líos

ese tal Can que más parece un lobo

devorador de mil caperucitas;

coincidimos ayer en una fiesta,

y después vino a por mí la policía.

Me costó aclarar las confusiones;

menos mal que mi mujer Cristina

testificó diciendo que hacía tiempo

que ella de sobra mis taras conocía

… que "solamente" cuando bebo un poco
(celebramos nuestro aniversario)
tiendo a cambiar de disfraz y ponerme
el de otros para ver cómo piensan,

lo que sienten, lo que hacen, a qué juegan,

y poder dar material al "yo-poético"

para que siga inventando más poemas.

Eso es lo bueno de en realidad ser nada

en lo profundo, pero en la superficie

poder tomar las máscaras prestadas

del espectáculo en el que por veces

lloramos o reímos; teatro es esto

y otras broma parece, ¡y bien pesada!.

© albertotrocóniz / 12

Texto de: "TALCO MOLO EO"

Imagen de: "FOTOFILTRADA"

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