Si acaso eres una chica pijiprogre
en edad de merecer un perro-flauta,
o varios a la vez, o quizá a varias,
encarecidamente te aconsejo
un tipo extraño de coquetería:
que "te pongas la blusa por montera"
y vayas a asaltar una capilla
de las cristianas, subgénero católica,
cuando esté llena celebrándose misa.
Quitáte aquello que te cubra el torso
y así desnudo dejes al aire tetas,
o bien si quieres, ocultas bajo el "suje"
(lo cual resulta ser mucho más sexy
que ver al cabo dos pechitos escuálidos)
y vociferes consignas blasfemantes
con esa voz de muñequita tonta
al servicio de una mente sectaria.
Después si acaso cuando vayas a juicio,
podrás decir la frase exculpatoria
de que sólo querías hacer bueno
el dicho popular, el que aconseja
"aquello han de comerse los gusanos,
bueno es que antes lo vean los cristianos";
de aquí la cosa de elegir la capilla.
Siguiente paso: que al tema "eches ovarios"
y vayas a asaltar una mezquita
aun sea aquí en Madrid, la de M-30,
y acaso entonces —Alá no lo permita—
sea probable que acabes lapidada
o esclava sexual de yihadistas
a quienes molen tus pechitos famélicos.
No olvides escribir a abuela-lobo
contando la experiencia que se siente
al ser violada (cual tú con la capilla).
© albertotrocóniz / 16
Texto: de “PASTORES DE PUEBLOS”
Imagen: “La Maestre Maestra de Ceremonias”
de “FOTOFILTRADA”
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