jueves, 14 de enero de 2016

LA GRAN ODALISCA


Como cisne blanquísimo reposas
suntuosa desnudez con que te exhibes
colgada en este lienzo prodigioso
salido de pinceles del gran Ingres.

Siento me siguen tus ojos hialinos
mientras recorro la sala de pinturas
en colección de esclavas y cautivas
cuan en harén de un ya maduro artista

… librado de ataduras académicas
—donde el desnudo viril más potenciase
una actitud marcial y de ascetismo—
cambia lo ortogonal por líneas mórbidas.

Pues ahora la otra parte de sus sueños
viene a poblarse de huríes y de hetairas
apelando a sentidos hedonistas
como en el cuadro de "La Gran Odalisca".

Rondas joyas adornan el turbante
única vestimenta en el desnudo
por más enfatizar el terso dorso
en contraposto hermoso alargadísimo.

Cual tierno cisne el cuerpo te acaricias
displicente con plumas de abanico 
entre almohadones, tapices, ricas sedas
en brocados dorados y en armiños.

También pipa de kif para el consuelo
de espera siempre igual aun siempre inquieta
que adivino plagada de temores
sahumada de perfumes enervantes.

Pues ¿cuál tu historia?, ¿qué tragedia se encierra
en las cuatro paredes que confinan
esa amplia desnudez en indolencia
esperando que llegue a incierta hora
el sultán a otorgarte sus favores?.

Tus ojos azulencos, tu tez clara,
me mueven a pensar que eras cristiana;
¿acaso fuiste cautiva cuando niña
en razzia de piratas berberiscos

… separada en violencia de tus padres
para luego venderte en el mercado
do fuistes adquirida por Serrallo
de la Sublime Puerta sin retorno?.

¿Cómo empleas el tedio de tus horas
interminables tan sólo puntuadas
de vez en cuando al recibir visita
—no sabes bien si deseada o temida—
de tu señor y amo, tú una más entre otras?.

Estabulada —en vez de en pajas, plumas—
esperas como Dánae que te llueva
el Júpiter infiel en su descarga,
lo que tal vez conlleve mirra y oro

… con la oportunidad de un embarazo
(si es que su gusto alterna en oquedades)
que dé un príncipe más a su cohorte
y para ti suponga algún peldaño
así escalado entre las favoritas.

Pues necesitas de forma indefectible
sustituir la belleza que va ajándose
—no digo ya, pero sí a medio plazo—
por el poder que sólo dará un hijo

… que en el supuesto que sobreviva a intrigas
de tantas como tú en la competencia,
cuando hombre joven, ganada confianza
del sultán ya caduco, te proteja.

Quiera Alá no seas en hecatombe
de algún complot urdido por eunucos
pagados por rivales envidiosas
que ambicionan primacía en gineceo.

Y —aun no conozcas contenido del mito—
has como Leda ser para que atraigas
al ave macho que sobre ti se cierna
y su pico feraz te promocione.

Como cisne muy blanco reposaste
entre sedas de harén por breves años
y por siglos en tela del gran Ingres
en desnudez suntuosa inmarcesible
y en silencio, … silencio es el mensaje. 




© albertotrocóniz / 16
Texto: de “CUADERNO DE ARTE”
Imagen: “Gran Odalisca” (1814)
de Jean-Auguste-Dominique Ingres 
en el Museo del Louvre
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en el Tablero “CUADERNO DE ARTE Y DE ARQUITECTURA”


1 comentario:

  1. http://albertotroconiz.blogspot.com.es/2016/01/la-gran-odalisca.html
    http://tinyurl.com/jdy3vvl

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