En respuesta a una carta remitida
donde refleja estupor por el hecho
de que un JEMAD ahora luzca coleta;
si tal se puede, nosotros NO PODEMOS.
Gracias por compartir la honrosa carta
donde refleja estupor por el hecho
de que un JEMAD ahora luzca coleta;
si tal se puede, nosotros NO PODEMOS.
Gracias por compartir la honrosa carta
en que se expresa vergüenza que produce
en amplios círculos de tus compañeros
el hecho insólito de ver son traicionados
juramentos hechos a la bandera
—que no es un trapo; representa la patria—
por altísimos mandos militares
para medrar como politicastros.
Comprendo indignación de los soldados,
digo de aquellos como tú que se la juegan,
viendo cómo otros sólo pisan alfombras
y tratan de trepar llevando el bolso
de la ministra "ad hoc" de la cuota
zapaterina: los jefes "de la ceja"
que hoy no se cortan, se ponen la coleta…
En cuanto a ciertos hechos que describes
de peligrosas misiones militares,
hay ratas que abandonan el barco
de modo preventivo: no pisándolo;
eso no empece a que si hay que matar maten
en retaguardia de forma vil y artera
a todo el que les lleve la contraria
en sus ideas comunistas radicales
como hoy pasó ha tiempo en Paracuellos.
Ánimo general, sé que es difícil,
en estos tiempos de iniquidad rampante
en todos los órdenes de la vida
donde vemos negados día tras día
aquellos ideales del colegio;
es una gran lección de desapego.
Si el último refugio de la patria
—alguien dijo— representa la infancia,
sabe al menos que allí tienes amigos.
Un abrazo muy fuerte y hasta siempre
de
Alberto Fernández de Trocóniz
© albertotrocóniz / 15
Texto: de “TORRE DEL HOMENAJE”
Imagen: “Bandera Coronela”
de “FOTOFILTRADA”
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