sábado, 11 de abril de 2015

¡DEJE YA DE CREERSE UN SER HUMANO!

Atiborraba su casa de mascotas,
era tal su amor por animales
y en concreto por la raza canina
que acabó dando en creer que un perro fuese,
y así actuaba y sentía a cuatro patas
igualito como lo hiciera un  cocker.

Se ponía a dar saltitos por el suelo
reclamando que su pienso le sirvieran
en un cuenco grabado con su nombre
—por todos ahora se hacía llamar "Woody"—
también sorbía el agua a lametones
y le encantaba como premio algún huesito.

Era incordio de amigos y parientes
pues pedía que le sacasen de paseo
y dejar que orinase al pie de un árbol
por lo cual les caían buenas multas;
aguas mayores no se lo permitían
pero también las hacía en un descuido
y así habían de recogerlo en una bolsa.

Husmeaba en los alcorques, se comía
cualquier cosa abandonada en las aceras;
olisqueaba a las perras en el parque
y hasta a muchas pretendía montarlas
para risa y regocijo de los jóvenes;
cierta vez llegó a morder a un niño
pues el darle su pelota no quería…

Así las cosas, su familia ya hastiada
determinó lo tratase a algún psiquiatra,
aun dudaban si de perros o de humanos
decidiéndose al cabo por esto último
(más que nada por el monto de los gastos 
al tener que llevárselo hasta Houston).

Saludó al facultativo con un "guau-guau"
y este que ya estaba acostumbrado
a tratar con variantes de locuras
y seguirles al principio la corriente,
respondió con otro "guau" y lametazos
explorando con los morros por sobacos
y también —mal sea decirlo— por el culo.

Una vez ganada así su confianza
fue y le dijo: “por supuesto eres un cocker
e incluso si te esfuerzas y te esmeras
en más trepar escalafón perruno
hasta en rottweiler pudieras transformarte;
por el momento, mientras ello sucede
pretende —aun sea de modo paulatino—
el actuar como si fueses hombre
y a pesar de que andes a cuatro patas
—cosa que está muy bien por otro lado—
de vez en cuando date cortos paseos
sobre las dos traseras solamente,
más tarde incluso ponte unos zapatos,
ya verás lo que gustas a las perras”.

Obró el efecto que al cabo de algún tiempo
y a base de fingir ser un humano,
se encauzaron las cosas normalmente
y abandonando tan extraña manía
finalizó por sentirse una persona
iniciándose para él la nueva vida.

Al principio muy bien, se compró un coche
y ya no tuvo que ir en el maletero;
luego una casa con crédito de un banco:
no había comparación con la caseta
en que pasaba estrechez y tanto frío…

“¿Cómo podré haber sido yo tan tonto
de haber llevado durante tanto tiempo
una vida de perros y el gustarme
ir detrás de las perras con lo buenas
que están algunas de sus amas
cuando lucen micro-shorts en primavera?”.

Se echó una novia que conoció en el parque
cuando ambos paseaban sus mascotas;
las dejaban triscar mientras que ellos
se hacían arrumacos en un banco
(era un experto en lo de olfato y lengua,
no digamos haciendo el "canis fatuens")…

Se casaron, tuvieron varios hijos,
él trabajaba empleado en una clínica
veterinaria (casi huelga decirlo:
tenía mucha mano con los chuchos)
y esa fue al fin una historia corriente
mas no feliz de un modo permanente…

Se presentaron mil males de esos típicos
que suelen aquejar a las personas:
un hijo salió punky, otra una gótica,
más la hipoteca, impuestos, el engaño
de su mujer con su mejor amigo
(que era aquel dueño de la veterinaria);
le acabaron echando del trabajo…

Desengañado de tanta vida perra
como a veces llevamos los humanos
empezó a plantearse esas preguntas
fundamentales que suelen presentarse
—cuando parece no queda otro remedio—
acerca del sentido de la vida:
del ¿quién soy yo?, ¿qué ocurre tras la muerte?,
¿existe Dios?, ¿para que sirve todo?…

Después de un tiempo y tras ir dando tumbos
ensayando respuestas que luz diesen:
apuntándose a partidos políticos
y a onegés de lémures con sida,
a conciertos, visitas culturales,
filosofías varias, religiones…
desencantado al fin de todo ello
y aplicándole a todo el "neti, neti"
llegó a la conclusión del "no sé nada".

Fue por aquel entonces que topase
cual por casualidad con el psiquiatra
que le había curado anteriormente
de la extraña manía de creerse perro;

“¿Cómo le ha ido mi amigo en este tiempo?
¿qué tal se siente de ser una persona?”

… el otro entonces le contó su historia
no exenta de cinismo y desengaño
acabando al fin pidiendo ayuda:
“ojalá pudiera hoy también darme
algún consejo para cambiar mi vida
ya que asimismo es una vida perra”.

El psiquiatra —no todos están locos—
y este por cierto era un ser iluminado,
lleno de compasión tal cual le dijo:

“¿recuerda usted que le recomendase
cuando me vino creyendo ser un cocker 
el que poquito a poco Vd. admitiese
la posibilidad de ser una persona?;
tuvo fe en mis palabras y por tanto
como era al cabo más humano que perro
mi consejo obró naturalmente
y las cosas volvieron a su cauce.

De la misma manera ahora le digo
que realice el siguiente experimento:
acepte al menos por una temporada
la posibilidad de no ser una persona
que a la postre puede que sea otro sueño
similar al que tuvo de ser cánido.

Así mantenga en su mente el pensamiento
del "como si" usted fuese algo muy grande:
ni más ni menos que el Todo, el Absoluto,
la Conciencia universal, eterna, ubicua,
no nacida y por tanto a salvo de la muerte

… libre de engaños: materia, espacio y tiempo;
esté presente en el aquí y ahora,
sea puro amor, inteligencia y fuerza
sienta, piense y actúe en todo ello
de manera constante y consecuente;
como es su esencia no puede haber fracaso

… y no se desanime si al principio
se le olvida y vuelve a las andadas
de pensar que es Mengano separado
del inmenso océano de la vida:
una ola al cabo sólo es agua;
inténtelo otra vez que poco a poco
se mantendrá en su fondo permanente.

Téngame fe, al menos unos meses,
ya me dirá si la fiebre le baja
—me refiero a ser una persona—
y los extraordinarios resultados
que se derivan de abandonar su idea
limitante cual caseta de perro;
¡salga y respire a fondo el infinito!;
si tiene alguna duda venga a verme”*.






© albertotrocóniz / 15
Texto de: “LA BÚSQUEDA INCESANTE”
Imagen: “Rottweiler”,
cuadro de Francis de Blas
Otros enlaces del “Post” relacionados:
… y en el Tablero “LA BÚSQUEDA INCESANTE”

1 comentario:

  1. http://albertotroconiz.blogspot.com.es/2015/04/cese-ya-de-creerse-un-ser-humano.html
    http://tinyurl.com/hopypvc

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