después del trauma de haber perdido un ojo
reapareció en la plaza de Olivenza
con un parche y patillas "de trabuco",
vestido en verde y oro (¿habrá esperanza?).
vestido en verde y oro (¿habrá esperanza?).
Mató dos toros cortando las orejas;
uno brindó agradecido a médicos
uno brindó agradecido a médicos
y otro a su padre (que sufrió lipotimia).
Con fondo de fandango salió a hombros
aupado por sus propios compañeros.
Hoy yo canto al torero y a su gesta
yendo de anécdota a la categoría:
Padilla, así te llamas y tal nombre
tradición tiene de insigne rebeldía;
Bravo: no hay que explicar pues hay que echarle
lo que hay que echarle haciendo lo que hiciste;
Mal-donado: por la "faena" de un toro
que el ojo izquierdo vació en una cogida.
No te rindes al trauma y te presentas
una otra vez a vivir tu torería
con ahora más peligro (visión plana)
que da mayor ventaja al enemigo.
Anima el comprobar que todavía
quedan hombres que encarnan las virtudes
de valor, pundonor y "honra torera"
que tanto hoy nuestra España necesita.
Vamos camino de "Sodoma y Gomorra"
en los aspectos propios culturales,
renunciando a identidad y a tradiciones,
homologados por bajo y fementidos.
¿Habrá una salvación aquí por justos
que en suelo patrio nos queden todavía?;
así lo prometió el Libro Sagrado
y esa esperanza contigo se reaviva.
En estos tiempos tan grises y cobardes
de hombre simbólico y mujer sintética,
cunda tu ejemplo, que si perdiste un ojo,
con creces suples "echando dos cojones".
© albertotrocóniz / 12
Texto de: "TAL COMO LO VEO"
Imagen de: "FOTOFILTRADA"
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