PASACALLE EN SEVILLA DE VILLANOS

Ya pronto se deciden Andaluzas

(y andaluces, no discriminemos),

a dirimir si habrá más subvenciones

de esas “fetén” que pagan cocainas

y cocacolas con whisky de diez años,

más suripantas que rondarán los veinte,

sirviendo a cuarentones sus encantos.

Llegar a treinta parece demasiado

en el poder, la fecha ha caducado,

aunque no sé si con el cambio de hora,

vendrá también el cambio de la era,

y si el reloj —digo el reloj de 
Arenas—

dará un vuelco de ciento ochenta grados,

y así el granero de votos socialista

sembrado allí en las heras por los ERES

ya seco en liquidez se vea agostado.

¡Habrá que celebrarlo con desfiles,

con pasacalles habrá que festejarlo!.

¡Qué colorido y animación en calles

tiene Híspalis después de treinta años!;

un hervidero, más que en Semana Santa,

aquí es "Non Sancta" la procesión en cambio;

se desfila en hilera abigarrada

a la Audiencia, a dar cuenta de engaños:

va para allá mucho reptil por "Sierpes"

alfombrada de rosas color rojo

ya desvahido de ser pisoteado.

Abre el cortejo el aguacil Mont-d´Oro

a lomos de una mula coceando:

vocea el pregón de nueva ley sacada

que penalmente castiga gastos falsos;
detrás van capirotes y los pasos…

veo a Don Manué jinete en una jaca

que inaugura el evento bajo palio;

muy jaque él, bajo ancho papo exhibe

colgado al cuello collar de "la Católica"

(fue un regalo cortés mas no valiente,

un presente reciente de Mariano);

hay gran cohorte que viene acompañando:

va un paje al frente, es el Ivanderado
y en su estandarte: "¿Avaricia-Rompe-El-Saco?"
ya por detrás los deudos y las deudas
que por miles se cuentan, mal contados:

presidentes de Cajas, peces gordos
y otros parientes: "famiglia" y allegados,

luego damas de honor, entre ellas Saula,
bailan por sevillanas avanzando.

Hay cabezudos mostrencos y barbados,

un tal Gruñón y otras figuras míticas

de bandoleros de los años dorados:

Luis Candelas, Tempranillo, Pasos Largos…

más-caras-duras y comisionistas,

Juan Valdez, sus cofrades y hermanos;

subvencionados, amigos de lo ajeno

y liberados de grandes sindicatos.

Titiriteros, enanos y bufones

animan con gracietas espectáculo,

deportistas-concejales-de-urbanismo

ases del chute van dando pelotazos;

muy aplaudida la exhibición simiesca

(de mayor quiere ser gorila rojo)

del monito Gaspar sobre el teclado

"virtuoso" (con los pies y con las manos).

Desfilan tras de ello penitentes 

todos cofrades de oscuras mamandurrias

son —más bien "ERES”— los beneficiarios;

llevan carnes mordidas por reptiles

por las anchas espaldas desangrando,

con sangre del "tomate" que es la propia,

y sangre de dineros, la de erario.

Esbirros de la “Ley de Transparencia”

despojan poco a poco en deleitando

a un público expectante congregado,

a bella musa Laura (no en Petrarca)

sino la de Invercarie, en sus a-paños.

Siguen detrás ex-votos en remolques

(de tractores no usados en los campos),

transportando montañas de vendajes,

falsas muletas, sillas de rueda y prótesis

(arsenal que Monipodio habría envidiado),

y que un retiro tramposo adelantaron.

Continúa en procesión, van desfilando:

caravana de coches de "alto standing"

carrozados con blindajes de alto cargo,

y en maleteros billetes y lingotes;

motos con sidecars que en grandes sacos

transportan bolsas cada una conteniendo

dinero, alhajas y alijos de cocaína,

mariscos deglutidos (¡huy que asco!)

devuelto todo en trofeo a los erarios.

A pie va una ex-ministra que hace "calvos";

es tocada en capirote y con dalmática

que a veces se levanta por los flatos
mentales (como aquel de "Pixi-Dixit"),

y es de ver como ondean los faldones

bordados con primor por ambos lados

con: "El dinero público es de nadie…", 

y "… si tratas de Don Nadie al ciudadano".

Cierra el desfile gran cuádriga dorada

con de antifaz Guerrero, y a su lado

el chófer colocado que conduce

(no a más de ciento diez) a los "caballos".

Hetairas lo flanquean a ambos lados

y en piruetas lascivas van saltando;

siguen rebaños de "chivas" y "camellos”;

por detrás muchos pajes despagados,

las boñigas de mantas van tirando.

Desde balcones muy bien engalanados
se arrojan piedras en vez de caramelos

y hay espontáneos que arrancan por saetas 

pues su letra contiene agrios venablos,

y el público no ceja —aquí no es circunfleja—
no ceja como digo en el aplauso. 

Es en fin, toda la España tópica

del esperpento a nuestros gustos caro

(junto al de la morcilla y el chorizo);

¡qué gran corrida la de este "Ruedo Ibérico"

de grandes pecadores y de santos!.

Enorme expectación frente al Juzgado:

la jueza al halla interroga un buen rato,

el pueblo llano espera el resultado,

dentro se escuchan lamentos y quebrantos:

"no lo volveré a hacer"…, "me indujo el jefe"…

"devolveré hasta el último centavo"….

A la salida se les nota maltrechos;

la Santa Inquisición ha hecho su encargo,

los pájaros de cuenta ya han cantado,

y la cuenta abultada (en "paraisos"),

a devolver y a penas(?) condenados.

Van en carreta, por lote encadenados:

unos a la deshonra o al destierro,

otros a la mazmorra en vacaciones,

o al crucero en galera "to" pagado,

y algún que otro lo llevan al cadalso.

Se arma bulla, despierto en sobresalto;

ahora comprendo: leyendo las noticias

que salen de los béticos escándalos,

me he quedado transpuesto y con mi sueño

hasta un siglo pretérito he viajado

… con torturas, ergástulas, patíbulos;

¡qué tiempos de barbarie ya pasados!,

un poco fuertes, sí, pero efectivos;

ahora si acaso prisión de cinco estrellas

¡de que al poco se sale a disfrutarlo!.

Dejo para otro día ir a Galicia 

a unos festejos que son la leche (en Blanco);

en Valencia ya estuve yo a-Campsado

en las fiestas de "Ateos y Cristianos";

también me acercaré por "Palma-Arena"

que es un oasis corrupto de gran rango…

Seguirá (?)

© albertotrocóniz /12

Texto de: "TALCO MOLO EO"

Imagen: "El Entierro de la Sardina" (fragmento)

de Francisco de Goya

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