Vi un gran ofidio surgiendo de las aguas,
de las profundidades de los siglos,
o por mejor decir, de los eones,
de cuando en aires volaban pterodactylos,
sobre la tierra medraban dinosaurios
y en los océanos reinaba el megalodon.
Ví remontaba su cuerpo serpentino
cuyas escamas eran de llamas vivas:
subió a los cielos llevado por su alas
de gran murciélago que a campos daban sombra;
lanzas de fuego brotaban de sus fauces
y nada se escapaba a su mirada;
lucía en su testa un par de cuernos aúreos
sobresaliendo entre plumas coloreadas;
remataba cola en aguijón punzante,
y en pata única tres afiladas garras.
Se oyó una voz venida desde lo alto
que estremeció dejándome sin habla:
"Yo soy el Ave Fénix de los mitos
que muere para luego remontarse
de las cenizas en que arde su carcasa;
soy el principio activo de los cielos
y en zodíaco el escorpión y el águila;
soy kundalini trepando en la columna
hasta alcanzar dentro en la pineal glándula;
soy Quetzalcoatl la serpiente emplumada;
la que tentase en "árbol de la ciencia"
a morder de discordia la manzana:
el Leviatán a quien denostan Salmos
… soy el lingam de Shiva, el falo erecto
generador de vida en criaturas,
también la bestia que toda forma mata;
el ouroboros devorándose a él mismo
en ciclos devenidos espirales;
el "axis mundi" de fondos abisales
a más altas regiones del empíreo,
soy Lucifer y llevo oculta llama
que el colosal engaño pone en marcha".
Y tal diciendo con vuelo fulgurante
perdiose entre las nubes, desde ellas
surgió un relámpago que iluminó los cielos
luego su estruendo reverberó en las aguas,
copiosa lluvia fue a fecundar la tierra,
su olor a ozono permaneció en el aire.
© albertotrocóniz / 19
Texto: de “POEMAS DEL MITO”
Imagen: “Dragón Oscuro”
de “DIBUJO Y PINTURA”
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