Asomada a una ventana gótica
miras ansiosa afuera la tormenta
tratando en distinguir bajo el relámpago
por si es que alguien viniera a rescatarte
de la estancia en que te hallas prisionera
en este antiguo castillo de los Cárpatos
donde acudiste a una fiesta de invitada;
un carrillón lejano en una torre
da siniestro las campanadas: doce.
miras ansiosa afuera la tormenta
tratando en distinguir bajo el relámpago
por si es que alguien viniera a rescatarte
de la estancia en que te hallas prisionera
en este antiguo castillo de los Cárpatos
donde acudiste a una fiesta de invitada;
un carrillón lejano en una torre
da siniestro las campanadas: doce.
Algún sirviente se ha llevado tus ropas
cuando incauta aceptaste darte un baño
en la lujosa cámara ofertada
de pared tapizada en terciopelo
y lecho con dosel de estilo gótico
color como de sangre coagulada;
cuelgan sobre los muros grandes cuadros
con los retratos de extraños personajes
que son sin duda ancestros de tu huésped
y tales muertos parezcan cobrar vida
con sombras inquietantes arrojadas
por el fuego de una amplia chimenea.
Ahí te encuentras desnuda, solamente
zapatos de tacón de altas agujas
te han dejado a calzarte que realzan
la figura y también los andares
al pasear nerviosa por tu encierro
sobre el gélido mármol del recinto…
cuando incauta aceptaste darte un baño
en la lujosa cámara ofertada
de pared tapizada en terciopelo
y lecho con dosel de estilo gótico
color como de sangre coagulada;
cuelgan sobre los muros grandes cuadros
con los retratos de extraños personajes
que son sin duda ancestros de tu huésped
y tales muertos parezcan cobrar vida
con sombras inquietantes arrojadas
por el fuego de una amplia chimenea.
Ahí te encuentras desnuda, solamente
zapatos de tacón de altas agujas
te han dejado a calzarte que realzan
la figura y también los andares
al pasear nerviosa por tu encierro
sobre el gélido mármol del recinto…
Exhibes sobre el pecho palpitante
cadenita de oro y crucifijo
—demasiado pequeño comparado
con magnitud del busto donde luce—
repetido lo besas mas de pronto
se rompe la cadena y cae al suelo,
por más que buscas no puedes encontrarlo.
Tras de las cristaleras de la ojiva
alguien observa tu grupa andando a gatas
e inunda olor intenso a crisantemos.
cadenita de oro y crucifijo
—demasiado pequeño comparado
con magnitud del busto donde luce—
repetido lo besas mas de pronto
se rompe la cadena y cae al suelo,
por más que buscas no puedes encontrarlo.
Tras de las cristaleras de la ojiva
alguien observa tu grupa andando a gatas
e inunda olor intenso a crisantemos.
Ya adivinas que un bulto entre las sombras
viene hacia tí; se te hiela la sangre,
caes desmayada sobre las frías losas…
sueñas un sueño extraño en que un murciélago
de gran tamaño te sujeta en sus garras
y te lleva en volandas a una gruta
donde te hace el amor, te besa el cuello y…
jamás tuviste un placer y dolor como este intenso.
viene hacia tí; se te hiela la sangre,
caes desmayada sobre las frías losas…
sueñas un sueño extraño en que un murciélago
de gran tamaño te sujeta en sus garras
y te lleva en volandas a una gruta
donde te hace el amor, te besa el cuello y…
jamás tuviste un placer y dolor como este intenso.
Tras algún tiempo despiertas, te diriges
hacia un espejo mas no porta tu efigie,
ves rota y tirada por el suelo
la cadenita (aunque sin crucifijo);
caes en la cuenta de un dolorcillo al cuello,
llevas dedos a palpar sobre carótida
y allí notas tener dos orificios;
se oye a lo lejos siniestra risotada,
te crece al pronto una gran sed ardiente,
una gran necesidad …de sangre.
hacia un espejo mas no porta tu efigie,
ves rota y tirada por el suelo
la cadenita (aunque sin crucifijo);
caes en la cuenta de un dolorcillo al cuello,
llevas dedos a palpar sobre carótida
y allí notas tener dos orificios;
se oye a lo lejos siniestra risotada,
te crece al pronto una gran sed ardiente,
una gran necesidad …de sangre.
© albertotrocóniz / 15
Texto: de "POEMAS DE LA SOMBRA"
Imagen: de "FOTOPINTURA"
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