WHEN YOU ARE OLD
When you are old and gray and full of sleep,
and nodding by the fire, take down this book,
and slowly read, and dream of the soft look
your eyes had once, and of their shadows deep;
How many loved your moments of glad grace,
and loved your beauty with love false or true,
but one man loved the pilgrim soul in you,
and loved the sorrows of your changing face;
And bending down beside the glowing bars,
murmur, a little sadly, how Love fled
and paced upon the mountains overhead
and hid his face among a crowd of stars.
CUANDO YA ANCIANA
Cuando ya anciana rendida por el sueño
dormitando a la lumbre leas mi libro,
hazlo despacio y esa mirada añora
suave de antaño y sus profundas sombras.
Cuántos buscaron la gracia de tus días
y tu belleza —sinceros o no tanto—
mas hubo allí sólo uno que amase tu alma errante
y la mutable tristeza de tu rostro.
Ahora inclinada sobre la leña ardiente,
algo apenada murmuras, de qué forma
huyó el Amor y subió a las montañas
y allí entre estrellas oculta su semblante.
1ª Variación
Cuando de anciana ya vencida del sueño
adormecida a la lumbre el libro leas,
hazlo despacio y añora la mirada
que poseías en suave y negra hondura.
Cuántos amaron tu gracia en tal momento
con un amor sincero o bien no tanto,
hubo uno allí que tu alma errante amase
con sus pesares, de tu rostro paisajes.
Ahora inclinada sobre el leño y las brasas,
algo triste cabilas cómo pudo
huir el Amor, subirse a las montañas
y dispersar su faz en pléyade de estrellas.
2ª Variación
Muy lejos ya, son los minutos idos
cuando en ellos esa mirada oscura
y a la vez dulce, a tanto y tanto amante
encandiló, sincero, o bien no tanto.
Ante las brasas recuerdas aquel otro
que a ti te amó, aun sólo por tu alma
vagabunda, incluso en las congojas
que asomaban frecuentes a tu rostro.
Hoy con canas ya anciana, un poco triste
añoras el Amor que oculta su semblante
después de haberse huido por las cumbres
hacia lejana multitud de estrellas.
3ª Variación
Cuando ya vieja sesteando cabe el fuego
con leños que arden como ardió aquel tiempo,
toma este libro y en él atenta lee
tu propia historia; la de esa que fue amada
por su dulce mirar en negra hondura
con amores sinceros o no tanto,
en esos años de su gracia alada.
Pero hubo sólo un hombre que te amase
por tu alma peregrina, aunque frecuente
translucía tristezas en el rostro.
Hoy te lamentas leyéndolo en el libro
de quien predijo este momento amargo,
y te preguntas a dónde Amor se ha ido;
si acaso huyó por cumbres hasta estrellas,
y oculto allí disfraza su semblante.
4º Variación: Soneto
Hoy anciana tomada por el sueño,
en mi libro, al fuego dormitando,
el pasado haz presente recordando
aquel mirar profundo que fue el dueño
… de los que amaron tu gracia en aquel día
y tu belleza —sinceros o no tanto—
mas entre todos uno tan sólo había
que amase tu alma errante con su llanto.
Ahora inclinada sobre el rescoldo ardiente,
lamentas con tristeza cómo ha sido
—aunque el poema en tus manos lo predice—
huirse el Amor, por las montañas ido
dispersando su rayo que bendice
entre estrellas que ocultan su semblante.