De postre hay flan (de horrísona flanera)
con modorritos (que allí izan sus banderas)
siendo una trágala (te guste o no te guste)
y en su constitución (que temblequea)
no lleva huevos (gaviotas caponatas)
pues es de polvos (de toga en caminata)
con jueces (que semejan marionetas)
y nubarrones (se nos va a aguar la fiesta)
¿dónde un paraguas? (ojalá Vox provea).
Sus ingredientes son mezcolanza infecta
de tres poderes bajo uno solo omnímodo
a más de omnívoro de todo lo que encuentra.
Antes del postre hubiese los entrantes
de chorizos, chistorras y fuetes
seguidos de besugos dialogantes
que putrefactos les hieden las cabezas.
A más inevitable plato fuerte
del chuletón rodeado de chuletas
—si él de verraco, ellas más bien de oveja—
y en guarnición de tal guiso indigesto
pi-miento del cabrón y del piquillo,
y el Montesquieu que está friendo puñetas.
