Voy herido de ti cual de paloma
pues llagaste en mis ojos tu figura;
sin nadie para oirlo cae al pozo
el grito de “te amo” en el abismo.
Oh sí, lo sé, lo oíste, lo has oído
mas parece pretendas no escucharlo;
sí, ya lo sé, estamos separados
por las fauces del tiempo a un lado y otro
… y mis alas de cera tú las fundes
tan solo con mirarme, ¡tu mirada!;
en tus ojos quisiera disolverme,
en la fuente eternal de donde manan.
Llevo sobre mi frente los estigmas
de corona de espinas de tus manos
suaves acariciándome con hielo
y con fuego en que vas cauterizando.
Me recorriste desnudo ante tu vista
y entre tus manos puse mi piel entera;
aquí me tienes, ya soy tu prisionero,
en ti confío, haz de mi lo que quieras.
¡Oh amantes que acercáis por un minuto
los cuerpos con disfraces separados!,
no podréis evitar que vuestras auras
mutuamente magnéticas se fundan.
Buscaré tu figura entre los peces,
por las selvas, los montes y las viñas,
por las calles de neón iluminadas
y al lado, entre mis sábanas vacías.
Buscaré tu mirada en los espejos
que no devolverán al cabo nada,
más tornaré a buscar y con mi grito
volaré el acantilado hacia tu eco
… dentro, …… dentro, ……… dentro.
© albertotrocóniz / 14
Texto: de “POEMAS DEL PROFANO AMOR”
Imagen: de “FOTOPINTURA”
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