sábado, 5 de agosto de 2017

TEMIBLE INTIMIDAD CON ANACONDA

Leo en la prensa (¿serpiente de verano?)
noticia por demás aterradora
que un chico de Florida ha perecido
en la flor de la edad —22 años—
tratando en desflorar a su anaconda (!).

¿Llevar a extremo pasión por animales
hasta el punto de cepillarse a ofidio?;
debió tener en cuenta que el orgasmo
en tal tipo de amantes serpentinas
son múltiples, intensos y salvajes
promoviendo estertores peristálticos
que a mayores de intensa asfixia erótica
aprietan en exceso al Casanova
exprimiéndole de todos los sus jugos
en un juego fatal de amor y muerte.

No escarmentó el interfecto de experiencia
que tuvo anteriormente con un jerbo
al conseguir metérselo en el ano 
para gozar de una especie de "griego"
(que aquí fuese un trauma minotaúrico)
en que el roedor entrando a madriguera
—oscura por demás y maloliente—
dio allí en morder y en escarbar paredes
para escapar de trampa ratonera
con resultado de perforarle el recto
y masticarle el intestino grueso.

A resultas fue operado a vida o muerte
de que saliese por esa vez a salvo;
después del trance esperaba su novia
que abandonase los vicios zoofílicos
(y "pasados tres pueblos" masoquistas)
mas parece trató de convencerla
de con pastor alemán hacer un trío.

Rechazado volvió él a las andadas
—esta vez reptilianas tentadoras—  
prefiriéndolo a las manzanas de Eva
por demás ya insípidas probadas;
era un Adán fascinado en Paraíso
por posibilidades con las bestias
y excitado con sierpe fue a montárselo
en espirales, si bien no salomónicas
que no fue sabia la decisión tomada
(aquí otro Génesis pudiera ser escrito
tradicionales roles trastocados
en el que Eva pues ya no pinta nada).

Resultó laborioso el separarlos
a él y a pitón unidos por el pito
ereccionado; normal, fluido sanguíneo
del cuerpo cavernoso en la caverna
vaginal —estrecha en los reptiles—
mantenía hinchado presiones de la bicha
que no cejaba en seguir abrazándolo
a asegurarse en quebrar los huesecillos
con pretensiones de luego deglutirlo.


MORALEJA

Resulta el caso aviso a navegantes
de que el amor excesivo a las mascotas
puede traer muy malas consecuencias:
se empieza por besitos en los morros
y se acaba en cadáver exquisito.

Tomen nota del hecho los del PACMA.



© albertotrocóniz / 17
Texto de: “LA ESPUMA DE LOS DÍAS” 
Imagen de: “FOTOFILTRADA” 

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