martes, 2 de junio de 2015

¡OJO AL DESNUDO EN LA “CIUDAD PROHIBIDA”!

Escandalazo en todos titulares
—el primero en el ranking de más vistos—
en los medios y en las redes sociales;
¿cuál la razón?, curioso me pregunto,
del interés que tiene esto del sexo;
"más viejo que la tos" y nunca dejan
tales iconños en levantar pasiones.

En todas —casi todas— las culturas,
en épocas presentes y pasadas
(y tal parece proseguirá en futuras)
es un tabú mayor cuanto más rígido
sea el entorno en que se manifieste.

Se puede andar implume por la selva
y eres un mono más entre los monos
(y las monas también) y nada pasa
salvo cuando ya toca el apareo
con su función genital-reproductiva
como tarea exenta de erotismo
y de lo sensual; tan sólo sexo
con cuota de placer poniendo el cebo.

Pero la cosa resulta diferente
si una mujer desnuda bella y joven
posa sentada al ojo fotográfico
—y por ende al de miles de mirones—
sobre un dragón (por lo demás de piedra)
en, para chinos, el gran "Sancta Santorum"
de la "Ciudad Prohibida" pequinesa:
la policía enarbola sus porras,
los mandarines se rasgan sus kimonos,
clero no hay, si no, también los hábitos,
y los burócratas su corbata y chaqueta…

El mismo efecto de escándalo supino
se diera en sinagogas o en iglesias
por no decir que fuese en la mezquita;
no quiero ni pensar las consecuencias:
lapidarían a la osada interfecta
entre unos cuantos bárbaros fanáticos
aunque sus sueños se pueblen con huríes
por siempre vírgenes follando en paraísos
(una vez más campa la hipocresía).

Mas sin llegar a extremos de la selva
o catedral, en vida cotidiana
con la visión de un video, una revista,
una novela erótica, un poema…
¿qué oscuras fuerzas se ponen dentro en marcha
cuando tocamos estos temas del sexo?;
¿cuál la razón sea tan fascinante
como atractivos resultan ser abismos?.

Tengo una tesis: el sexo nos destruye
—"eros y tánatos", que todo está en los griegos—
y cae por tanto muy cercano a la muerte
en el sentido de que disuelve límites:
todas las capas que lleva el personaje
que con la mente nos hemos construido
para nuestra defensa y nuestro ataque
hacia otras máscaras que a la propia rodean
y que compiten por la supremacía
del monigote: "¿quien la tiene más larga?".

… todo esto personal también se extiende
a lo social: moralidad y costumbres
han meta en producir un "homo faber"
sujeto a reglas y a límites precisos
que el caos del sexo al cabo pone en riesgo
(dicotomía entre Apolo y Dyonisos).

Pues en el coito  —al instante supremo—
no somos más una entidad aislada,
una pieza distinta en engranaje,
sino que comulgamos con el cosmos
y retornamos al caos primigenio:
al gran orgasmo que fue inicio de todo
y expandió su semilla por espacios
y por eones su duración en tiempo
dando origen a innúmeras galaxias,
a estrellas, a planetas, a criaturas…

Podemos acercarnos a ese abismo
en tres etapas como seres conscientes
aun las fronteras resultan ser difusas
y por supuesto que muy resbaladizas:

1ª- La primera es la más alejada
del peligro de tales farallones
(aunque ya atraigan con canto de sirenas)
y es la más tolerable en consecuencia
por la cultura de reglas “bien-pensantes”;
es lo que damos en llamar “Erotismo”:

aquí interviene lo mental sobre todo
(lo genital se queda en referencia)
elaborando el adecuado "software"
a comandar acciones posteriores;
guía de ruta de acceso hacia la sima.

Puede ello ser objeto de consumo
en formas varias del mercado del lujo
y/u objeto artístico de belleza sensible
cual por ejemplo la foto de esa joven
(o para el caso algunos de mis poemas)
o hacia lo explícito que desemboca en "porno"
con la atracción fatal del precipicio,
y en este acercamiento paulatino
damos próximos pasos que allí llevan:

2ª- “Lo Sensual” requiere el cuerpo-mente
en la parte que toca a percepciones
(acrecentadas si peta con "juguetes")
que en su elaboración por hedonismos
se pueden refinar hasta el extremo
con mil recetas de cariz sibarítico

… las cuales pueden quedarse sólo en poro
o ir al sumun si juega alma y/o espíritu;
sin ir más lejos como en la antigua China
con el "sexo sagrado" del taoísmo,
o en la India con los ritos del Tantra
asomándonos al borde de la sima
andando por el filo de navaja
mas procurando no caer entodavía.

3ª- “Lo Sexual” ya propiamente dicho
es evidente cometido del cuerpo 
en esa parte que implica genitales
en donde tienen una voluntad propia
para arrojarse por fin hacia el abismo.

Desmorona el orgasmo mi tinglado
que en un instante destruye las barreras
y es —por así decirlo— un punto ciego
que anula la razón estructurante
(a escala personal y colectiva)
y que me lanza al agujero negro
donde es la muerte de todos los conceptos
liberándonos del fardo que suponen
y la felicidad que ello conlleva.

Tal representa el coño de esa chica
(a mi me gusta que no se lo depilen)
donde quisiéramos de nuevo introducirnos
volviendo así hacia el silencio amniótico,
a amnesia primordial, al paraíso
de nuestro yo en lo indiferenciado
antes de ser desterrado a las tareas
de producir, comprar, pagar impuestos…




© albertotrocóniz / 15
Texto: de “YA SIN LA HOJA DE PARRA”
Imagen: “Modelo Desnuda en la Ciudad Prohibida”
fotografía de Wang Dong.

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