martes, 30 de diciembre de 2014

VISITA VIRTUAL NO VIRTUOSA

En este día de transgresión permisa
—valga el oxímoron para las saturnales—
en que estoy lejos, tan sólo espacialmente
pero cerca de ti en mis intenciones;
ahora que se abren compuertas al pecado 
en la noche más larga ayudadora…

Un punto ciego quizás en la retina 
del apolíneo ojo propicia no se vean
hechos extra-vagantes de las órbitas 
en moral cotidiana del nec-ocio:
aberraciones —y no tan sólo ópticas—
mas necesarias obrando en contrapunto 
a lo pautado; ¡destruyamos los límites!
siquiera en esta noche por más mágica
donde afloren pasiones reprimidas 
aun demoníacas, la otra cara del ángel. 

Te visito a distancia como Arcángel 
que se cierne en alados pensamientos 
pecaminosos a tu pureza virgen
de niña apenas núbil, flor que se abre. 

Ya veo aceptas gustosa y los acoges 
en tus senos de ninfa —casi brotes—
a celebrar conmigo las delicias 
de un encuentro virtual inesperado.

Mientras llegue el momento hemos pactado, 
burlando el tiempo y espacios interpuestos 
sintamos la corriente telepática 
del placer compartido que nos una.

Miro en tus ojos muy dentro en tu mirada,
te beso en labios y lenguas se entretraban,
después desciendo hasta tus pechos níveos
para posar sobre areolas ósculos. 

Hago el trayecto feliz emocionante
que sigue la vereda hacia el ombligo 
do me detengo a libar dentro ese pozo 
previo a seguir camino de tu oasis.

Llego al boscaje encrespado que protege 
la entrada de la cueva bajo el monte 
y usando lengua como a modo de ariete
bato en contornos sedosos ofrecidos

… esos ya entiendo desde mi distancia
que exploras con tus dedos en lo húmedo 
mimando cómo un tallo allí acrecido
cual ofidio se interna y te discurre.

Sientes cernirse en ti como una sombra 
que te oferta su capullo encendido 
y lo planta en el borde de tus simas 
oscuras, carmesíes, en lo íntimo.

Potencia macho que dentro va llenándote
manando en sus licores paulatinos:
primero aquellos tan sólo lubricantes,
después vendrán los otros que fecunden…

hay algo ahora interpuesto en el camino:
nos miramos los dos, llegó el momento;
tú hembra valiente asientes con un gesto
y yo redoblo embite a abrirme paso.

Veo en tu faz un rictus doloroso,
noto cual desgarrase dentro un velo,
compruebo el gladio que se haya tinto en sangre;
¡oh víctima inocente más te quiero!.

Pasa el mal trago que compenso con besos;
ya tú mujer, ya puerta de la vida,
te siento dentro cual tú me sientes dentro:
retomemos placeres lujuriosos.

En el incendio mutuo nada impide 
que impúdica me pidas más penetre 
con la vara de luz en que ilumina 
la soledad de tu alcoba y mi alcoba.

Invaden ambos cuerpos vibraciones
donde anulan los límites falaces
del espacio y del tiempo separantes:
ya sólo somos en unidad gozosa.

Aun distanciados por tierra y circunstancias
fuese aquí un ángel que ha acercado y unido 
llevándote un gladiolo de deseo 
de eso que da en llamarse masculino 
y en reciprocidad, en mí tú fémina. 




© albertotrocóniz / 14
Texto: de “POEMAS DEL PROFANO AMOR”
Imagen: “Anunciación”  (interpretada)
de Orazio Gentileschi (s.XVII)
en la “Galleria Sabauda” de Turín

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martes, 23 de diciembre de 2014

HPs HASTA EN LA LOTERÍA

Debiera haber un ámbito en la vida
a salvo de las garras de la Hacienda;
algo —aun fuese simbólico— en lo que el fisco
nunca tuviera acceso a mancillarlo.

Es más que nada por sentirse a salvo
—siquiera por minutos o por horas—
de no ser alcanzado por la sombra
siniestra y alargada del chupóptero.

Hasta hace poco tal cosa era posible
con el premio ganado en loterías;
más que el dinero, también ilusionaba
esa idea algo infantil que fuese limpio
"de polvo y paja" de rémora de impuestos.

Un atractivo no de los más pequeños
para en el juego entrar encandilado
(dejando aparte cuestiones estadísticas
de probabilidad infinitesima)
era precisamente el hecho mágico
de estar a salvo como en esfera angélica
de las infectas garras del vampiro:
alimaña sedienta de caudales
circulantes de líquidez por venas.

Algo así se dio por muchos siglos
con privilegio de "acogerse a sagrado"
de cualquier criminal entrando a un templo:
podía cualquier deudor ser perseguido
en las calles por la justicia injusta
de algún recaudador de alcábalas,
mas si es que entraba en lugar consagrado
—capilla, iglesia o catedral primada—
se estaba a salvo al menos por un tiempo
y no podían pasar para prenderle.

Esto da paz mental y es saludable:
es cual saber que la caverna existe
(a la cueva platónica refiero)
la de un mundo ideal del arquetipo
en donde el Bien y la Belleza primen
junto con la Verdad (todo en mayúsculas)
manteniéndose aún no mancillados
del pecado avariento de la Hacienda.

¿Meter narices y colmillos suctores
en tierno cuello de esa núbil doncella
cual se antoja la imagen de la suerte
cuando llama a la puerta en plan lotera?;
¿sorber su sangre en un 20%
a más después sangría que la espera
de IVAs, de IRPFs e indirectos… ?

Se hace patente con dolor el viejo adagio
del “nada hay tan seguro cual dos cosas
inherentes al común de los humanos:
la muerte y los impuestos”; de estos últimos
podrás librarte si acaso eres infanta
o de una casta afín equivalente
donde se viva "acogidos a sagrado",
no unos minutos, sino perpetuamente
con la bula que da el aforamiento;
¡mas es injusto y expreso mi protesta
ante el palacio de Herodes estas Fiestas!.





© albertotrocóniz / 14
Texto: de “TALCO MOLO EO”
Imagen: "Montoro Lotero"
de “DIBUJO Y PINTURA”
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domingo, 21 de diciembre de 2014

MUÑECO DE NIEVE

Érase que se era una lejana aldea
donde unos niños, hace ya mucho tiempo, 
jugando por el bosque con la nieve
se hicieron un muñeco muy bonito:

una gran bola le dieron como cuerpo
más otra encima a modo de cabeza
que remataron con un sombrero viejo
abandonado quizás de un vagabundo;
como ojos dos castañas, como manos
dos ramas secas que a los lados pusieron
una larga y encarnada zanahoria
a modo de nariz le colocaron.

Jugaban a tirarse entre ellos bolas
pues disputábanse cuál de entre los dos bandos
merecía tener al hombrecillo
como trofeo, mascota y aliado;
él fascinado entre tanto alboroto,
contemplaba silente e intrigado.

Luego se fueron y allí se quedó solo
en la espesura bañada por la luna
debajo de una helada (a él confortable),
pero muy triste al irse los chiquillos.

Como estaban ya cerca Navidades
se figuró que con las vacaciones
volverían seguramente al bosque
para jugar de nuevo con la nieve.

De amanecida los pájaros venían
a posarse sobre sus dedos-ramas;
le hacían compañía twitteándole
todos los chismes que oían por la aldea;
sí, era de hielo y no podía moverse
pero tenía un corazón muy cálido
y preguntaba por aquellos amigos:
lo que hacían, sus estudios, sus juegos…

Allá en la aldea había un gran bullicio:
las gentes preparaban esas fiestas,
ponían las luces y multitud de adornos,
iban de compras, cantaban villancicos

Con el viento llegaban los sonidos
a los oídos de nieve del muñeco 
y también le alcanzaba en zanahoria
olorcillos a viandas de convites.

Mas los niños no venían de momento;
probablemente ayudaban en casa
a montar el belén, poner el árbol,
que ya se sabe que es muy entretenido.

Con estos pensamientos consolaba
el monigote al verse solitario;
un pajarillo que de esto se dio cuenta
trató entonces de animar a su amigo
y le contó haber oído a esos trastos
que pensaban volver al bosque pronto
con una pipa que habían encontrado
en el desván en un baúl del abuelo.

¡Cuánta ilusión le hacía la cachimba
y sobre todo el ver a los pequeños!,
mas pasaron las fiestas y los días
—que cada vez mostrábanse más largos—
y con ellos su chispa de esperanza.

El frío de ese invierno daba paso
paulatino a jornadas calurosas:
ya empezaban hielos a derretirse
por picachos nevados de los riscos.

El muñeco sintió que poco a poco
su corpachón comenzaba a fundirse;
menos mal que las noches eran aún frías
y el desastre podía contenerse;
mas al cabo ya no pudo evitarse:
desmoronose la nieve derretida
y fuese al suelo nariz de zanahoria,
ojos castaños, el sombrero de copa…

Su materia era ya sólo un charco
cuyas aguas fueron a unirse a otras
procedentes de cumbres en deshielo
buscando por regatos torrenteras
y esos torrentes juntábanse a riachuelos
dando en ríos viajando hacia los mares
y desde ellos a inmensidad de océanos:
disuelta cualquier pizca, ya sólo agua.

Movida por los soles y los vientos
la superficie daba en formas mutantes
que como olas arribaban a playas,
o si en vapores subían hasta el cielo
juntando nubes que emprendían retornos
de avatares prolijos en el viaje,
cerniéndose por lo alto de los montes
y cayendo a la tierra como lluvia
o en estrellas de hielo como nieve
depositábanse otra vez sobre los campos
revistiendo de un manto blanco el bosque
donde anidaba otro año el pajarillo.

Se preguntaba qué sería de su amigo
añorante de esa amistad sincera
que recordaba al ver el color blanco,
pues la enorme pureza en el paisaje
rememoraba aquella en hombrecillo;
como vestigio allí sólo quedaba
tirado por el suelo y arrumbado,
un sombrero de copa muy antiguo
por el que habían pasado los inviernos.

"¡Qué genial!" dijeron unos niños
al encontrarlo jugando en Navidades;
"¡juntemos nieve, veréis qué divertido,
formemos bolas y hagamos un muñeco!".

Con una grande moldearon el cuerpo,
otra mediana fue para la cabeza
donde incrustaron nariz de zanahoria,
castañas de ojos, el sombrero de copa
y en su boca formada por un plátano
¿sabéis lo que pusieron? … una pipa
que el año anterior habían encontrado
en el desván en el baúl del abuelo.

¡Qué esplendorosa lucía la cachimba
en su enorme sonrisa renacida!.



© albertotrocóniz / 14
Texto: de “POEMAS DEL GOZO Y DE LA SOMBRA”
Imagen: de “DIBUJO Y PINTURA”


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miércoles, 17 de diciembre de 2014

DOY LA RESEÑA DE UN LIBRO DE POEMAS



Ha salido del útero de prensas
el fruto del amor (aun sea profano):
se trata de un librito que reúne
algunos poemas de los últimos años

Más de cincuenta de muy variada índole:
desde sonetos pasando a versos libres,
de coloquiales hasta más ortodoxos;
figura incluso también un caligrama.

El denominador común es como digo,
el amor en su aspecto profano
que canta su esperanza y desespero
por la ausencia/presencia de lo amado.

Envergadura de ciento treinta páginas
formato A-5, impresión en colores
de las ilustraciones, muchas propias,
que complementan mensaje negro-en-blanco.

A de algún modo personalizarlo,
van numerados de uno al cien (la cifra
de ejemplares que tiene esta tirada)
y firmados por el autor del crimen.

En la imagen se puede ver aspecto
que ofrece susodicha criatura,
con el índice de poemas contenidos
(que aparecieron en su día en mi bitácora).

Pedidos al autor, son quince euros
más los gastos que suponga el envío
(que puede ser en principio a todo el mundo
a juzgar por difusión del blogo).

En el caso de estar interesados
envíenme un correo a estas mis señas:
albertotroconiz@mac.com
haciéndome saber también las suyas
y les daré detalles al efecto.

Doy asimismo un par de librerías
en Madrid donde puede adquirirse
de forma presencial (es divertido
explorar entre sus anaqueles);
también lo mandan a España y extranjero
(Paypal, tarjetas y otros modos de pago)

Visor Libros
Calle de Isaac Peral, 18
28015 Madrid (ESPAÑA)
Teléfono: (+34) 915 436 134
www.visor-libros.com

Arrebato Libros
Calle de La Palma, 21
28004 Madrid (ESPAÑA)
Teléfono: (+34) 912 821 111
www.arrebatolibros.com

Muchas gracias de antemano a los lectores;
potenciales de este libro que ahora sale
y ha tenido su origen como digo
en el blog, en formato electrónico,
cuya sinopsis puede verse abajo.




© albertotrocóniz / 14
LIBRO de “POEMAS DEL PROFANO AMOR”



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miércoles, 10 de diciembre de 2014

CONVOCATORIA A ÁGAPE NAVIDEÑO

¿Y decís que invitáis?, pues ¡voto a Bríos!
que acudiré con apetito insano 
y grande sed a haceros los honores:
tortilla de patata, una gran polla
—muslo y pechuga de tierna gallinácea—
a tal siga grueso rabo de toro
(que siempre como de aquello que se cría)
y a los postres un queso con membrillo 
regado en vino y en sidra de la casa
y si se tercia —con agua de Bezoya—
bicarbonato a más de un digestivo.

Buen cristiano a fe mía es maese Mingo:
da de yantar a pobres estudiantes
y asociados-a dos-velas-profesores
por cuatro reales como aquel que dice;
y así no grava vuestra bolsa en demasía 
que bien podríais haber citado en Horcher, 
Zalacaín o algún figón más fino 
de esos que lucen estrellas michelines.

Mas dejemos el caso que antes quiero 
—para saber que no sois un hebreo—
veros catar delante concurrencia
un pan de hogaza pringado con tocino;
sólo me bato con cristianos viejos 
y no es mi espada para ensartar marranos
si es que llegase aquí "la sangre al río"
de resultas de un duelo ocasionado
por ya sabéis, nuestra vieja contienda:
"quién haya más novicias en su lista".

Que allí os espero si acaso sois valiente;
mostrad resumen junto a certificados
(y comprobantes de haber pagado tasas) 
donde figuren monjitas como alumnas,
mas sólo valen para ese memorándum
aquellas que asistiesen a las clases
tocadas con sus velos y con hábitos,
y no esas otras que vienen camufladas
con su falda escocesa y rebequita
por no excitar al progre rogerío
(como el de vos, que todos ya sabemos
cómo ponéis vela a Dios y otra al diablo), 
ni mucho menos las dueñas exclaustradas
con un acre tufillo a marimacho
que más a más son independentistas.

Que juzgue audiencia ambas ejecutorias:
la vuestra y mía con notas que les diésemos,
también acaso si han hecho ya conventos
por encargo de madres superioras
y si es que somos para ellas consultores,
o agradeciendo lecciones recibidas,
puntualmente nos mandan dulcecillos
en Navidades envueltos de oraciones
(que grande falta os hacen gran bellaco,
para salvar vuestra tan negra alma).

Digan los parroquianos quién merece
el galardón de ser el más tenorio,
buen profesor galante con profesas
(si a los ojos del cotarro feminista
un machirulo impresentable y loco),
y una vez quede claro esto del clero
se le otorgue una pluma para el chápiro
y aquel que pierda que pague los cafeses
a más chupitos y puros de la Habana.

Caso de duda ¡pues que hablen las espadas!.

Firma con sangre
“El Fiero del Mostacho” 



© albertotrocóniz / 14
Texto: de “LA ESPUMA DE LOS DÍAS”
Imagen: Fotograma del film “Don Juan Tenorio”
de Ricardo Baños (1922)

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lunes, 8 de diciembre de 2014

eh!-MAIL


Tras decenas de ensayos en variantes
posibles de tu correo electrónico:
gmail, outlook, mac.com… y la aleatoria
de combinar tu nombre y apellidos…
mil veces salmodiando “abracadabra” 
se abren —¡yahoo!— las puertas de los cielos
y el pájaro librado al fin te lleva
un mensaje de amor más un deseo. 
Espero no ofenderte, si así fuera,
de antemano perdón —no me arrepiento—; 
devuelve esta misiva con palomas 
o (dioses no permitan) cuervos negros.
El mensaje es muy corto y esto dice:
¡¿CUÁNDO COÑO TÚ Y YO VAMOS A VERNOS?!.







© albertotrocóniz / 14
Texto: de “POEMAS DEL PROFANO AMOR”
Imagen: “Logo de Amor en Línea”
de “FOTOFILTRADA”
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