miércoles, 8 de octubre de 2014

“EXCALIBUR”: UN PERRO MUY SENSATO

¡Cúantos ladridos y sólo por un perro!;
nunca pensara pudiera ser la estrella
de estos sucesos que ocurren en España
(tal parece una peli de Berlanga).

Le agradezco a mi amo el llamamiento
que clama por los medios no me maten;
soy un perro, no un chivo expiatorio
y al fin y al cabo creo que  nada he hecho.

¿El último eslabón de una cadena
de intrigas y ambiciones de políticos
en busca de la foto y propaganda
a los que el tiro salió por la culata?.

¿Ser el pagano de la chapuza infecta
de un personal que no estaba entrenado
en un sistema que no tenía a punto
los medios adecuados para el caso?.

Me siento bien, no noto nada raro,
conservo el apetito como siempre;
me han dejado comida en la terraza
(que por cierto ya se me va acabando).

Lo que más duele es que mucho me huelo
que no veré ya jamás a mis amitos;
me quedo solo e intuyo un panorama
que no pinta de modo medio bueno.

Pues si examino aquello más probable
que me depara el próximo futuro
—en caso de que no me pasaporten—
es me confinen en un laboratorio

… donde me inyecten sueros y medicinas,
todo el cuerpo erizado de electrodos
y no paren de ponerme el termómetro;
¿comida de hospital?, ¡pues para el gato!.

Supongamos que salgo del asunto,
¿es qué alguien va querer luego adoptarme
sabiendo mi pasado: un reservorio
—así es como me llaman— de los virus?.

Me da que no, por tanto considero
que la eutanasia pueda ser la salida,
mas ya que nunca me alejé de mis dueños
formularía un último deseo:

Cuando fallezcan y espero no sea ahora,
que se coloque mi efigie en escultura
—como en aquellas tumbas medievales—
a los pies de las suyas, cual dormido
vigilando su sueño por lo eterno.



P.D. a 9 de Octubre 2014

Al poco tiempo de dictarme estas líneas
se confirmaron sus presentimientos,
pues fue sacado en medio de protestas
de unos cuantos activistas del PACMA
por funcionaros que en plan extraterrestre
lo abdujeron a darle matarile.

No se cumplió su deseo romántico
de ser estatua en un sepulcro gótico
que sus despojos fueron incinerados
y la ceniza llevada a un vertedero;
mas no a cualquiera, a uno de esos atómicos
que es lo que al caso prescribe el protocolo.



© albertotrocóniz / 14
Texto: de “TALCO MOLO EO”
Imagen: Tumba de los condes de Arundel (1376)
en la catedral de Chichester

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