lunes, 18 de junio de 2012

UN SUMILLER DEL VINO QUE CONVINO

Toda alta institución en el Estado
hiede al podrido que ocultan bajo capas:
Ejecutivo, Judicial, Legislativo,
son mercancía que se corrompe en cámaras.

El Tribunal Supremo (de la justicia humana)
es esa institución de última instancia
del que cabría esperar ser garantía
de Montesquieu ante el resto de la panda.

Por otra parte el Consejo de los Jueces
debiera defender pilar de democracia
impidiendo injerencias de políticos
que magistrados colocan que lo esmaltan.

Comenzando en su cuerpo por cabeza,
Dívar -como pescado- putrefacta,
que es vergüenza un presidente que se añade
a todas las desgracias de la patria.

Y hoy le toca exhibir sus oropeles
-“estos son mis poderes”- al Supremo
que celebra doscientos cumpleaños
(de viejo verde, según todas las trazas).

Para ocasión hay saraos y festejos,
ya se sabe de esos “Te Deum” con pastas,
donde a más de los “duelos y quebrantos”
hay sapos a tragar con buena cara.

¡Vaya elenco en presidencia del convite;
de tales sumillers no tomo nada!;
huésped del acto un meapilas untuoso
que por escándalos dimite esta semana.

Tal es la imagen que dan de la justicia,
de vomitar ante ello nos dan ganas;
el sentido de lo justo por el culo
(que es justo la palabra aunque “non sancta”).

Por omisión también se peca y grave
si se permite “statu quo” abusivo
de que no haya controles en los gastos
lo que aprovecha a modo en lo que sigue.

Pues ciertas lenguas dicen que se fuga
con cargo al presupuesto -no es de nadie-
yendo a Marbella a reuniones en la cumbre
(¿cumbres?, no caigo, ¿serán de las orgásmicas?).

El despacho oficial a ello no basta;
y no hay empacho en ir a restaurantes
de los más caros (ya que ustedes pagan),
aunque al chofer invita en democracia.

Lo que venga después: tupido velo,
¿de siete de los cuales habrá danzas?;
espanta la visión de tal escena;
¡aparta Satanás tus añagazas!.

Caen simpáticos los grandes hombres "homo"
como Alejandro, el da Vinci, Miguel Ángel,
Nacho Duato, el juez Grande Marlaska,
o entera incluso la Legión Tebana. 

Lo que a mí me resulta repugnante
son travestidos de justos y prohombres
con collares, togas y más puñetas:
monigotes trufados de medallas.

<< ¡Ay virgencita aleja pensamientos
pecaminosos al menos este día
en que me invisto con todos los ropajes
que salen de mi armario (¡qué metáfora!)!.

Ya después al caer la noche y dado
que hoy no voy a “adoración nocturna”
pondré una vela, que si no al Santísimo,
será al diablo en restorán de playa.

Perdona que tu siervo peque un poco
y lo pague con Visa que es prestada;
la obra divina se adora en cuerpo joven
y ya se sabe: la carne fofa es flaca.

Todo negué (también lo hizo San Pedro);
¿mentiras yo?, no juré sobre Biblia,
(sino cruzando dedos sobre el pompis)
y por tanto en piadosas se consagran.

Que nada hay que no pueda lavarse
con santa agua bendita de garrafa,
y en confesión -¡oh sacramento suave!-
que tras el gusto al cuerpo hay paz al alma.

De personajes de Santos Evangelios,
a mi me inspira María de Magdala
pecadora -aún más que la Bernarda-
aunque no mola lo del “Noli me tangere”;
yo de eso absuelvo al chauffeur-guarda(?)espaldas.>>


© albertotrocóniz / 12
Texto de: “TAL COMO LO VEO”
Imagen de: "FOTOTRATADA"

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